Un interno de A Lama prende fuego a su celda y obliga a evacuar a los presos más peligrosos

Uno de los internos más conflictivos de la prisión provincial de A Lama, según confirmaron fuentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, protagonizó un suceso que estuvo a punto de acabar con su propia vida y que puso en peligro a varios de sus compañeros y a los propios empleados del centro. El reo, de 26 años de edad, decidió prender fuego a su celda, lo que provocó una intensa humareda que terminó con unos cuantos afectados. Eso sí, fue él mismo el que se llevó la peor parte, y tuvo que ser trasladado con urgencia al Complexo Hospitalario de Pontevedra por inhalación de gases tóxicos.

Los hechos se produjeron el pasado lunes. Fue otro interno del mismo módulo que el protagonista, cuya celda está ubicada muy cerca de la suya, quien dio la voz de alarma al comprobar que se estaba levantando una densa humareda que ya afectaba a varias estancias. Los funcionarios llegaron a la celda desde la que salían los gases, y se encontraron con una gran columna de humo y con el interno causante del siniestro en muy malas condiciones.

La respuesta de los empleados del centro penitenciario fue veloz y eficaz, y al tiempo que se llevaban al herido del lugar procedían a evacuar el módulo, compuesto por algunos de los reclusos más peligrosos de cuantos conviven en la prisión provincial (considerados de primer grado). Unos cincuenta internos (el número fluctúa cada poco tiempo) cumplen su condena en este área. Son los menos numerosos, pero sus causas y sus expedientes les sitúan como los más conflictivos de cuantos residen en la cárcel de A Lama.


El colchón

El incendio, según las primeras pesquisas que se llevaron a cabo, se inició en el colchón del interno. Al parecer, el reo se las ingenió para prender el catre (cuyo material está diseñado para que no se cree llama, pero que con su combustión sí genera una densa humareda, como así sucedió). Todo apunta a que los hechos fueron totalmente intencionados, pues varias fuentes aseguran que es prácticamente imposible que estos colchones ardan sin intención previa.

Heridos

El principal damnificado fue el causante de los hechos, que permaneció ingresado en el Hospital Provincial de Pontevedra, a donde fue derivado desde el servicio de Urgencias, hasta ayer, cuando regresó al Centro Penitenciario 'motu proprio' -solicitó el alta voluntaria-, pues los médicos aún no lo habían considerado así.

El resto de afectados, entre los que se cuenta el interno 'vecino' que dio la voz de alarma del siniestro y algún que otro funcionario (los que se adentraron en la celda para rescatar al protagonista) fueron atendidos en la propia enfermería de la prisión provincial. Los demás integrantes del módulo de primer grado pudieron regresar a sus 'aposentos' en cuanto se ventiló bien el área y se comprobó que ya no existía riesgo de inhalación de gases tóxicos. En todo caso, se trató de un hecho aislado en la cárcel pontevedresa.

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