PONTEVEDRA. Una decisión judicial en base al Código Penal vigente devolvió a la calle a un joven de 18 años y a tres personas más (un menor y otros dos de 21 y 24 años), pese a sus múltiples antecedentes policiales (en especial en el caso del citado joven), horas después de ser detenidos por varios robos diferentes perpetrados en la capital provincial.
El primer hecho que se les imputó tuvo lugar durante la pasada Semana Santa, cuando la encargada de una tienda de telefonía de la calle Riestra daba cuenta de que alguien le había sustraído 14 teléfonos móviles de diferentes marcas. La Policía Nacional efectuó el pertinente rastreo a partir de los IMEI asociados a cada terminal (números identificativos), lo que les sirvió para localizar a las personas que los estaban utilizando.
Los agentes arrestaron a tres de los presuntos autores del robo el martes e identificaron al menor, supuesto cómplice, al día siguiente (este último fue entregado a sus progenitores).
Los funcionarios policiales les intervinieron algunos de los teléfonos móviles que habían sido sustraídos en el citado asalto a la tienda de la calle Riestra, por lo que pudieron devolvérselos, junto a sus cajas y sus cargadores, a la encargada del establecimiento.
Respecto al joven de 18 años, la Comisaría Provincial explica que volvió a ser detenido el viernes (junto a otro individuo ocho años mayor que él) como supuesto responsable del robo en la secretaría de un conservatorio de la ciudad, donde se apoderó de unos 800 euros en efectivo.
El tercero de los episodios delictivos que se imputan a este grupo de personas (en concreto, al joven de 18 años) ocurrió el 25 de mayo en las calles Blanco Porto y Riestra. Los hechos, de los que dio cuenta este periódico en su día, se esclarecieron tras la denuncia del conductor de una furgoneta, que indicó que alguien le había fracturado la ventanilla para robarle un smartphone y varias prendas de vestir (en Blanco Porto) y después de que una mujer le sorprendiese en el momento de darse a la fuga de su vehículo con su móvil y más de 400 euros en efectivo.
Dos semanas después fue detenido y puesto a disposición judicial por aquellos hechos, siendo puesto en libertad con cargos. Idéntica decisión tomó su señoría en las últimas horas, por lo que vuelve a estar en la calle.
