Un paseo por la ría para recordar

Montar en barco puede parecer una actividad de lo más normal para cualquiera, pero la realidad muestra que para algunos disfrutar de la experiencia puede ser un verdadero privilegio. La asociación de personas con discapacidad de la comarca de Pontevedra, Amizade, ha tenido dificultades para que sus miembros, personas con mobilidad reducida, puedan realizar un paseo en barco por la ría de Pontevedra. Finalmente, desde la organización han conseguido realizar la excursión gracias a que el Club Minauta ha puesto una pequeña embarcación a su disposicón, una zódiac cuyo tamaño y diseño permiten que se puedan incorporar de forma relativamente sencilla personas en silla de ruedas. Gonzalo García no ha montado en barco por primera vez, ni mucho menos, ya que hace tres años, antes de tener que depender de la silla de ruedas, pasaba mucho tiempo en embarcaciones, era marinero.

Un accidente de motocicleta causó a Gonzalo una lesión en la médula y se quedó tetrapléjico. Desde entonces no había vuelto a subir en un barco y fue su primera vez desde que utiliza la silla de ruedas para desplazarse. ''Ha sido como una experiencia nueva'', manifiesta ''porque en nuestra situación es muy difícil poder hacer actividades como esta, porque ni los barcos ni los puertos están adaptados para personas con mobilidad reducida''.

A su compañero David Pérez de 33 años le cuesta recodar cuándo fue la útlima vez que montó en barco, ''fue hace muchos años, yo era muy pequeño''. David nos cuenta ilusionado que ''me ha gustado mucho la experiencia, hemos dado un paseo por la ría y vimos los distintos puentes, el naútico y las vistas que se podían ver desde el barco, es la primera vez que paseaba por la ría'', manifiesta.

La asociación Amizade pudo ''por fin'' realizar esta salida en barco; ''ya lo habíamos intentado varias veces y luego llegábamos a los sitios y nos encontrábamos con que personas con mobilidad reducida no podía acceder a las instalaciones'', asegura María Ramírez.

Por esa razón esta mañana fue diferente para algunos como David y Gonzalo que pudieron dar un paseo en barco. El tamaño de la embarcación hizo que se tuviera que hacer dos viajes, la zódiac salió desde el porto das Corbaceiras y los llevó durante una hora ría arriba.

A pesar de que los pasajeros del barco disfrutaron del viaje, miembros de Amizade aseguran que hizo falta echar mano de la fuerza para poder subir al barco ''hay rampas, pero no está completamente adaptado, hubo que ayudar entre varios para poder acceder''. La asociación realiza todos los viernes salidas y actividades de ocio y esta fue una más de ellas pero especial porque despertó gran interés entre algunos de los asisitentes al no tener oportunidad de disfrutar normalmente del transporte marítimo por la escasa accesibilidad con la que cuentan los puertos y embarcaciones.

El principal problema para que las personas con discapacidad puedan realizar actividades como esta es el acceso a los puertos y pantalanes, puesto que una persona en silla de ruedas tiene serias dificultades para acceder, aseguran desde Amizade.


Comentarios