Un rastro sin antigüedades que sobrevive por la crisis

PON0403P2F1.JPG
photo_camera PON0403P2F1.JPG

PONTEVEDRA. No hay apenas antigüedades en la Feria de Antigüedades de Pontevedra, que siempre fue desde el principio un curioso rastro en el que uno se encontraba un teléfono móvil de finales de los noventa o directamente una cubertería de segunda mano. El conocido rastro de la Verdura ha vuelto en estas últimas semanas a ser noticia entre los vecinos por jaleos entre los vendedores por la zona en la que ocupan sus puestos y por momentos cunde el descontrol, pero se mantendrá, aseguran desde el Concello de Pontevedra, porque no es la época de hacer cambios. s

«Evidentemente se hai ilegalidades téñense que facer as sancións correspondentes. Pero a min non me chegou ningunha queixa», señala la edil responsable, Carme da Silva, preguntada sobre quejas de que de vez en cuando se infiltran vendedores con material robado para darle salida. «Co mercadiño non estou contenta nin descontenta. Iso foi unha iniciativa que puxo en marcha hai anos Zona Monumental para os domingos pola mañá. Hai xente que vive desta actividade e estamos nuns tempos nos que tomar medidas que poidan afectar aos medios de vida dunha persoas hai que pensalas ben».

Varios vecinos del casco histórico aseguran que en el mercadillo han aparecido algunas veces personas para vender objetos robados, pero en la Policía Local no constan denuncias ni ha habido intervenciones en los últimos tiempos. Eso sí, hay inspecciones y vigilancia todos los domingos, como es habitual en un punto en el que se concentra mucha gente. «A mí me gusta, aunque es cierto que hay antigüedades no hay muchas, o más bien pocas, pero le da ambiente a la plaza y cuando hay buen tiempo es bonito venir aquí a darse un paseo», dicen Berta y Carlos, una pareja de pontevedreses que frecuentan la plaza todos los domingos. Como ellos, es mucha la gente que tiene en A Verdura una cita las mañanas de este día festivo. Enrique, de 63 años, revista fotografías, libros. «Me reencuentro con la nostalgia», dice. «A mí esto no me molesta y es curioso porque a veces te encuentras cosas muy interesantes. Se ensaya el regateo, ¿verdad?, que no es una costumbre que haya mucho en Pontevedra. Además es lo más parecido a un rastro que hay aquí todas las semanas».

Consiga AQUÍ la información completa

Comentarios