Los vecinos de la calle Echegaray se sobresaltaron en la madrugada de este viernes ante la presencia de numerosos efectivos de la Policía Nacional, los primeros en llegar, y de los Bomberos, que acudieron a continuación. Tenían motivos para ello, pues un fuerte olor a quemado emanaba desde un patio de luces con salida a varios edificios. Los agentes, tras comprobar la procedencia del suceso (no sin grandes dificultades) tuvieron conocimiento de que en el interior del inmueble, el primer piso del número 5 de la citada vía, vivía una mujer. La tragedia comenzó a sobrevolar las mentes de los allí presentes cuando no respondía a las llamadas del exterior.
Los Bomberos forzaron la puerta y rompieron la cadena de seguridad, pero cuando llegaron a la cocina se encontraron con la anciana, Herminia Vila Simil, de 76 años, tendida en el suelo, bajo la mesa, ya fallecida. Presentaba los brazos y la cabeza completamente calcinadas, sobre una estufa de resistencia. Un desvanecimiento la pudo hacer caer sobre el calefactor, y el calor hizo el resto.
No hubo incendio al uso
No fue un incendio al uso. De hecho, el inmueble no registró más daños de los que se pudieron constatar en la cocina. Una ambulancia del 061 llegó en cuestión de minutos, pero los médicos solo pudieron certificar el fallecimiento de la septuagenaria. Los Bomberos procedieron a la ventilación del piso, en una intervención que no se prolongó, en total, más allá de media hora. Conocidos de la mujer fallecida aseguraron haberla visto pocas horas antes, sobre las ocho de la tarde del día anterior, asistiendo, como era habitual, a la misa en la iglesia de San Francisco.
El subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, explicó que ''se hizo todo lo posible por entrar, pero tenía la cadena echada. Cuando accedieron comprobaron que ya tenía medio cuerpo quemado, tendida sobre un radiador eléctrico''.
