PONTEVEDRA. La ciudad ha vuelto a registrar un episodio delictivo en el que una empleada del hogar se aprovecha de la confianza (y en este caso, de la avanzada edad) de su jefa para robarle. Agentes de la Policía Nacional de Pontevedra detuvieron la semana pasada a una vecina de la ciudad de 56 años por haberle sustraído joyas por valor de más de 100.000 euros a una octogenaria en cuya vivienda trabajaba.
Los hechos no fueron denunciados hasta el 2 de abril, cuando familiares de la víctima que hacían tareas de limpieza se apercibieron de que alguien había hurtado los citados objetos de valor. La perjudicada manifestó que las puertas de acceso a su domicilio no habían sido forzadas, por lo que las pesquisas apuntaban hacia el personal de confianza de la familia.
Ventas. Los agentes de la Comisaría Provincial continuaron con sus indagaciones en base a la descripción de los objetos que habían sido denunciados como sustraídos. En esa línea de investigación lograron determinar que las joyas ya habían sido puestas en el mercado en un establecimiento de la ciudad dedicado a la compraventa de artículos de segunda mano.
De ese modo, los funcionarios constataron que la arrestada había sustraído del domicilio de la denunciante diversas cadenas, anillos, pulseras, collares, monedas, medallas y relojes, muchos de ellos de gran antigüedad, lo que les da un valor de más de 100.000 euros. Pese a ello, la presunta ladrona solo les pudo ‘sacar’ unos 13.000, según pudo saber este periódico.
La Policía Nacional de Pontevedra citó el 14 de abril a la víctima de la sustracción en las dependencias de la Comisaría Provincial para que reconociese, en base a las fotografías que pudieron recabar los investigadores, los objetos que habían sido puestos a la venta en el citado establecimiento. Las pocas joyas que aún no habían sido vendidas le fueron devueltas en ese mismo instante.
Por todo ello, con la presunta autora de los hechos fehacientemente identificada, los agentes policiales procedieron a localizar a la mujer, vecina de Pontevedra, que fue detenida y trasladada a Joaquín Costa sobre las nueve de la mañana del día 15 del presente mes de abril.
La ciudad registró varios hurtos similares en los últimos meses
Otros episodios similares al citado fueron el arresto de una mujer de 31 años, vecina de Poio y natural de Ecuador que, al igual que otras personas detenidas por delitos similares, carecía de antecedentes policiales. Los agentes le imputaron el robo de unos 2.600 euros en joyas de oro y plata de una vivienda (una cubertería) en la que trabajó como empleada del hogar durante 15 días, en los que fue contratada para realizar la sustitución de una tía suya, la 'titular' en el puesto.
Otro suceso parecido fue el denunciado por una vecina de la ciudad que daba cuenta del robo de una pulsera de oro valorada en 5.000 euros. En su escrito manifestó que las puertas de su domicilio no habían sido forzadas, por lo que indicó que sospechaba de alguien que tuviese acceso a la vivienda. En base a ello, los investigadores comenzaron sus pesquisas, que concluyeron con la identificación de la empleada del hogar como supuesta autora de los hechos.
Determinaron, al mismo tiempo, que la citada joya había sido vendida en una casa de compraventa de oro.
Ambas detenciones se produjeron hace menos de un año en Pontevedra.
