Una empresaria santiaguesa estudia abrir una gasolinera de bajo coste en la ciudad

PONTEVEDRA. La ciudad de Pontevedra podría ser escenario de una batalla comercial por la venta de hidrocarburos. Una empresa madrileña con sede en Santiago de Compostela estudia abrir la primera gasolinera de bajo coste en el municipio, más concretamente, en la rotonda de acceso a Montecelo.

La compañía, denominada Puntos Bajo Coste S.L., ha solicitado información al Concello sobre una finca y otras dos parcelas situadas en la avenida de Lugo. Según confirmó el concejal de Urbanismo, Antón Louro, al término de la comisión celebrada ayer por su departamento, los terrenos en cuestión «son edificables».

La propietaria de la firma, Ana García, recordó ayer a este periódico que la apertura de una estación de servicio ‘low cost’ en Pontevedra todavía no es definitiva. «Estamos estudiando el tema y barajando nuestras opciones», dijo la empresaria santiaguesa, que aventuró que la decisión dependerá de los costes de la infraestructura. «Se necesita una inversión muy potente para poner en marcha algo así. Estaríamos hablando de unos 600.000 euros», puntualizó.

Puntos Bajo Coste S.L. tiene en la actualidad dos estaciones de servicio en Galicia: una de ellas en Santiago de Compostela y la otra en A Coruña. En ambos negocios, que han adoptado la marca comercial SBC, se ofrecen precios más reducidos que los de las denominadas gasolineras tradicionales.

La firma solo comercializa dos tipos de combustibles, la gasolina 95 y el gasóleo A. El primero lo vende a 1,369 euros el litro y el segundo por 1,319 euros, es decir, entre un 2,1 y un 5,7 por ciento más barato que en las estaciones de Pontevedra.

Según los datos publicados esta semana por el Ministerio de Industria, el precio de la gasolina 95 en las estaciones de la capital provincial fue desde los 1,399 euros por litro en la nave que Meroil tiene en O Arco hasta los 1,427 euros fijados por Repsol en su negocio de la avenida de Domingo Fontán. En el caso de que SBC tuviese una gasolinera en la ciudad, el ahorro sería de entre tres y casi seis céntimos de euro por litro si se compara con las citadas distribuidoras.

Si lo que se contrasta es el precio del gasóleo, el ahorro sería mucho mayor: algo más de tres céntimos de euro respecto a la estación de Meroil y de ocho céntimos frente a la situada en la avenida de Domingo Fontán.

La dueña de la promotora, Ana García, afirma que la implantación de este nuevo modelo de negocio en la comunidad es todavía testimonial y reconoció la reticencia de muchos clientes a llenar sus depósitos en gasolineras de «marca blanca». El carburante de SBC procede de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), la refinería coruñesa que surte a otras estaciones de servicio gallegas. «Nuestro combustible es el mismo que comercializan otras empresas del sector. Lo que ocurre es que nosotros aplicamos un pequeño descuento en el produto», argumenta la empresaria.

Sus dos gasolineras de bajo coste llevan en funcionamiento pocos meses. La de Santiago, situada en la avenida de O Cruceiro, se puso en marcha el pasado mes octubre y la de A Coruña, ubicada en el polígono de A Grela, en diciembre del año pasado. En caso de que cristalice su proyecto en Pontevedra, SBC funcionaría como un autoservicio y estaría en competencia directa con la estación que Cepsa tiene en la avenida de Lugo, zona en la que se abrirá el primer McAuto de la ciudad.

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