Violento asalto a punta de cuchillo en la calle Michelena

El lugar en el que el ladrón asaltó a su víctima, en pleno centro de la ciudad. rafa fariña
photo_camera El lugar en el que el ladrón asaltó a su víctima, en pleno centro de la ciudad. rafa fariña

Un exconvicto sembró el pánico en la madrugada de ayer en pleno centro de la ciudad. Armado con un cuchillo, llevó a cabo un violento asalto a una joven que acababa de salir de su puesto de trabajo, emprendió una vertiginosa huida en la que un testigo presencial le pisaba los talones y acabó en manos de dos agentes de paisano de la Policía Nacional, que procedieron a su detención y lograron restablecer el orden.

Los hechos tuvieron lugar sobre la una y media de la madrugada, según relata la propia víctima, que trabaja en una cafetería de la calle Echegaray. «Salí de trabajar como cualquier otro día. Sin embargo, cuando me encontraba en plena calle Michelena, a la altura del cruce con la calle de los bancos (Gutiérrez Mellado), noté cómo alguien me tiraba con fuerza del bolso por detrás».

¿UNA BROMA?

La joven creyó en un primer momento que podría tratarse de una broma, pues a esa hora salen del trabajo otros compañeros de su gremio y pensó que podría ser uno de ellos.

«Iba con los cascos y no le oí venir. Cuando me giré vi que iba con una capucha, me saqué los auriculares y le dije ‘¿Qué haces?, ¡dame el bolso!». Entonces inició una actitud defensiva (que posteriormente le sería recriminada por los agentes, que le apercibieron del peligro que entraña plantar cara a personas como la que finalmente resultó arrestada). «Dame el bolso o te pincho y te mato», le dijo el asaltante a la joven. «Él cayó al suelo y se enredó con el paraguas, pero en cuanto metió la mano en el bolsillo para sacar lo que llevaba yo me aparté unos metros y el aprovechó para huir con el bolso», recuerda la víctima del suceso.

El caco se dirigió hacia la Alameda, donde fue visto por un testigo que conducía un vehículo y que salió tras él, consciente de lo que ocurría. «El chico le persiguió, pero a él le sacó el cuchillo, lo que hizo que fuese reculando. Aún así, le seguía los pasos a cierta distancia. Yo mientras tanto ya había marcado el 091 y estaba hablando con la Policía».

Los efectivos de la Comisaría Provincial que llegaron al lugar de los hechos (primero de paisano y después patrullas uniformadas) le arrestaron y procedieron al inmediato traslado del detenido a las dependencias policiales de Joaquín Costa, donde le tomaron declaración y le imputaron un supuesto delito de robo con violencia e intimidación.

«Le doy mil gracias al chico que le persiguió»

La aparición de dos agentes de paisano, que interceptaron al ladrón a la altura del bar Cafetín, sirvió para poner fin a las andanzas del citado exconvicto que, al parecer, había salido recientemente del centro penitenciario de A Lama.

«Me dijeron que ya le habían parado esa misma noche al considerarle sospechoso y habían decidido controlarle, y ya se lo llevaron», concretó la joven, que dio muestras de una gran entereza pese al episodio que le tocó vivir.

La víctima explicó que «nos amenazó de muerte al chico y a mí, y la Policía me dijo que individuos como este no tienen nada que perder».

Por último, tuvo palabras de agradecimiento para el joven que, sin conocerla de nada, se bajó de su vehículo y persiguió al caco sin pensárselo dos veces, poniendo en riesgo su propia integridad física. «Le doy mil gracias, porque además de perseguirle y ayudarme a mantenerle a la vista hasta que llegó la Policía, me ayudó a calmarme después».

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