"Consideré conveniente que las vicepresidencias de la Cámara fueran ocupadas por dos personas de Vigo"

García Costas niega que el retroceso de Pontevedra en el Gobierno cameral sea un castigo por los conflictos judiciales, aunque advierte de que este "desaguisado" ha pasado factura a la entidad

José García Costas, en el pleno en el que tomó posesión de la presidencia de la Cámara de Comercio de Pontevedra. ATLÁNTICO
photo_camera José García Costas, en el pleno en el que tomó posesión de la presidencia de la Cámara de Comercio de Pontevedra. ATLÁNTICO

El presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vilagarcía y Vigo, José García Costas, se desmarca de la polémica desatada por el retroceso de los representantes de los empresarios pontevedreses y O Salnés en el nuevo órgano de Gobierno de la entidad cameral, constituido el pasado 20 de abril.

El nuevo comité ejecutivo, designado por el propio Costas, ha dejado a Vilagarcía sin su vicepresidencia y ha relegado a Pontevedra de la primera a la tercera, en manos de Eduardo Barros. Sus puestos han sido ocupados por dos empresarios de la ciudad olívica: José Manuel Fernández Alvariño, último tesorero de la entidad y presidente del Grupo Alvariño, y Javier Touza Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo.

El empresario, director del astillero Barreras, insiste en que "no es responsabilidad del presidente de la Cámara" el hecho de que el representante de Arousa haya desaparecido del comité, "puesto que fue él quien pidió, por razones personales, quedarse fuera, no solo de la vicepresidencia del comité ejecutivo, sino del propio Pleno, y por ello no se presentó a estas elecciones", responde a preguntas de este periódico.

Costas alude expresamente a Miguel Falcón, expresidente de la Cámara de Vilagarcía, que decidió abstenerse de presentarse a estos últimos comicios por sus compromisos empresariales. Sobre su sucesor, José Luis Vilanova, que también se quedó fuera del comité ejecutivo, confirma lo que trasladó el empresario arousano a este periódico, es decir, que se compromete a compensar la salida de la representación de la patronal arousana de los mandos del Gobierno. ¿Cómo? No llega a concretarlo, pero admite que mantuvo una conversación con el representante de Vilagarcía y precisa que, "como en aquel momento ya estaba conformado el comité ejecutivo", le dijo que "tendría en cuenta su interés por trabajar dentro de los órganos de Gobierno de la Cámara" en las próximas comisiones que pretende poner en marcha.

Cree que el cobro de servicios debió aplicarse antes para evitar la bancarrota de la Cámara de Pontevedra

"DESAGUISADO". Sobre el descenso de Eduardo Barros, expresidente de la extinta Cámara de Comercio de Pontevedra, Costas indica que consideró "conveniente que las vicepresidencias primera y segunda fueran ocupadas por dos personas de la zona de Vigo".

El presidente de la entidad niega tajantemente que las modificaciones hechas en el equipo de dirección actúen como reprimenda a los procesos judiciales que han afectado a la Cámara de Pontevedra, cuya ex secretaria general, Charo Lorenzo, ha asumido dos años y 11 meses de cárcel por delitos de prevaricación administrativa, fraude a la Administración, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil. "No es cierto que yo haya tenido eso en cuenta a la hora de conformar un nuevo Comité Ejecutivo. Simplemente, he creído conveniente hacerlo así por la influencia tanto en las cuotas voluntarias como en el empresariado de la zona de Vigo", manifiesta.

Costas descarta el castigo, pero no esconde su malestar con los delitos cometidos en la demarcación de la capital e incluso advierte de que las malas prácticas cometidas han pasado factura a las arcas de la entidad: "Desde luego, los problemas judiciales ocurridos con la extinta Cámara de Pontevedra no dejan un buen sabor de boca a nadie. Desde la Cámara fusionada hemos tenido que hacer frente a todos los costes económicos de ese desaguisado sin hacer públicas las cifras", incide.

Costas descarta el castigo, pero no esconde su malestar con los delitos cometidos en la demarcación de la capital

"BANCARROTA". Costas cree que la campaña de captación de socios y la instauración de tarifas para la mayor parte de los servicios que propone Barros no solo es necesaria, sino que llega a destiempo: "Ese tema se debió de aplicar hace mucho tiempo para que la Cámara de Pontevedra no estuviese en bancarrota, como la recogimos".

Lo que no comparte es la postura del empresario de O Salnés José Luis Vilanova, que demanda más competencias para las cámaras como entes semipúblicos sostenidos por el motor del país, las empresas: "Lo primero que tiene que hacer el señor Vilanova es conocer en profundidad cómo funcionan las cámaras y cuáles son los cometidos que el Gobierno les ha concedido. Una vez que conozca todo eso, seguro que su opinión va a cambiar".

Costas subraya que la entidad cameral "necesita remodelarse y adecuar sus gastos a los ingresos. Solo poniendo ese contador a cero seremos capaces de tener una Cámara fuerte". ¿En este contexto está garantizada la continuidad de las instalaciones pontevedresas y de O Salnés? Según Costas, sí, aunque alerta de que no puede "decir lo mismo sobre su tamaño y situación".

Además, tal y como adelantó el día de la Constitución del Pleno, el presidente cameral incide en que "está claro que vamos a tener que hacer una remodelación interna".

Falcón responde
"Una cosa es que no me presente y otra que no hay representación"


Miguel Falcón, empresario de Gráficas Salnés que presidía desde 2012 la Cámara de Vilagarcía y que ocupaba desde 2016 la vicepresidencia segunda de la Cámara fusionada, insiste en que sus "ocupaciones personales y empresariales" le llevaron a renunciar a presentarse a las elecciones. "Hace tiempo que quería dejar la Cámara, porque no podía dedicarle tiempo", añade.

El empresario considera que García Costas "tiene el derecho a crear un comité según lo que considera que debe ser" este órgano. Ahora bien, también advierte de que la alineación escogida no es plato de su gusto. "Una cosa es que no me presente y otra que se haya tomado la decisión de que nuestra antigua demarcación, de Vilagarcía y O Salnés, no tenga representación en el comité. No me gusta y me disgusta". Sobre la posible compensación a la que aluden Vilanova y Costas, elude hacer valoraciones: "Desconozco qué han acordado, pero eso será cosa del nuevo Pleno".

 

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