Con una gran pancarta en la que se podía leer el lema 'En defensa da sanidade pública. Non ao peche de camas' y apostados en el hall del Hospital Provincial, los miembros de la Xunta de Persoal de los hospitales públicos de Pontevedra mostraron este martes su malestar hacia la reducción de servicios programada para el verano. Las 27 personas que integran el colectivo protagonizaron un encierro desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche y para el próximo día 16 han convocado una manifestación con el objetivo de reclamar a la gerencia que dé marcha atrás en el recorte de camas previsto.
Carmen Barreiro y Charo Cidrás, integrantes de la junta de personal por Prosagal (Agrupación de Profesionales de la Salud de Galicia), explicaron que "en la primera quincena de julio cerrarán 52 camas (nueve de lactantes, 33 de Medicina Interna y diez de Neumología) y en la segunda quincena de julio y durante todo agosto cerrarán 83, pues a todas las anteriores se sumarán otras 31 de Traumatología. En septiembre serán otra vez 52 y en octubre permanecerán cerradas las nueve de lactantes".
Tal y como señalaron, estas medidas "suponen un claro perjuicio tanto para los pacientes como para el personal, ya que, al haber menos camas, también hay menos trabajadores y, por lo tanto, menos contrataciones". En palabras suyas, "la reducción implica que, cuando una unidad está llena, los pacientes se ubican en otras. Por ejemplo, alguien de Neumología puede terminar en Traumatología, con el riesgo de infecciones cruzadas que eso provoca. Además, los pacientes se andan cambiando de un lado a otro y eso genera molestias y los enfados siempre los pagamos los trabajadores, que somos los que estamos en contacto directo con los enfermos pero no tenemos la culpa de las decisiones que toma la Dirección".
Los integrantes de la Xunta de Persoal explicaron que "hace años en verano solo cerraban las plantas quirúrgicas, pero ahora a eso se suma el resto" y añaden que esta decisión "no se puede justificar diciendo que en verano baja el volumen de intervenciones, porque en algunos servicios se reduce un poco pero no a ese nivel. Digan lo que digan no se puede justificar", añadió Judith Juncal, del sindicato de enfermería Satse.
Esta también lamentó la "falta de información por parte de la Dirección", que "siempre trabaja con la política de hechos consumados". Indicó que los propios representantes del personal se tienen que "enterar por terceros" de las decisiones sobre el cierre de camas "y esa falta de pacto y de organización genera dificultades a los trabajadores".
Según añadieron los participanets en el encierro, el recorte de camas previsto para los meses estivales viene a dificultar todadía más una situación que "ya es bastante complicada, porque las distintas unidades ya están muy ajustadas durante el resto del año". En este sentido, lamentaron "la saturación que sigue habiendo en Urxencias" y que "los fines de semana también hay carga de trabajo, pero menos personal para atenderla".
