Testigo de O Mulo:"Eu desta xente non teño que dicir; comigo portáronse moi ben"

Una mujer que cobró 80.000 euros de la red de O Mulo por el alquiler del astillero en el que se construían las planeadoras identificó a sus presuntos socios, pero no al capo de Cambados

Un agente retira las esposas a Rafael Bugallo durante el juicio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Un agente retira las esposas a Rafael Bugallo durante el juicio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La quinta sesión del juicio contra la organización criminal liderada por Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo (cuyo final no se prevé cercano en el horizonte), tuvo como protagonistas a varios particulares y empresarios que, de un modo u otro, estuvieron vinculados a los investigados a lo largo del tiempo. La mujer que les alquiló la nave en Cabana de Bergantiños (en la que apareció la lancha preparada para recoger las sustancias), el dueño de un taller metalúrgico y el responsable de un establecimiento dedicado a la venta e instalación de equipamiento para embarcaciones vertieron los testimonios más interesantes en una jornada en la que volvieron a ausentarse, con permiso de la sala, los acusados que el primer día del juicio reconocieron los hechos que se les atribuyen.

La dueña de la nave explicó que los presuntos narcos le pagaban 2.000 euros al mes desde el año 2011. "Eu pensaba que eran persoas que traballaban no mar". No se equivocaba. La mujer reconoció sin ningún género de dudas a Juan Carlos Nogueira Oubiña, Pedro Miguel Brea e Iván Bolados como tres de las personas que acudían habitualmente al astillero (ella reside al lado), pero no identificó al cabecilla. "Era un señor calvo, gordiño", dijo. Sin embargo, cuando el fiscal le preguntó si se refería a O Mulo, dijo que "aquí non o sei identificar. Ou cambiou moito". "Eu desta xente non teño nada que dicir. Comigo portáronse moi ben", añadió, al tiempo que destacó que "o barco á auga non se botou ata que o levaron" (después de los registros policiales).

A continuación intervino el dueño de un taller, que dijo conocer a O Mulo como "o señor de Cambados" que en alguna ocasión acudió a encargarle algún trabajo "duns tubos e unhas pletinas" cuya finalidad dijo desconocer.

El siguiente en intervenir fue el representante de un establecimiento dedicado, entre otras actividades, al alquiler de vehículos, que reconoció haber tratado en varias ocasiones con Pedro Miguel Brea, uno de los acusados, que se presentaba como "encargado de Espectáculos Lito".

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