Ni certificados de defunción, ni partidas de nacimiento, ni fes de vida. Quienes necesitan agilizar trámites en el registro civil o en el juzgado, estos días se encuentran con las ventanillas cerradas y un cartel que lo explica: "Xustiza en folga indefinida". este viernes se cumplieron diez días desde el inicio del paro y, por lo de ahora, los funcionarios y el Gobierno de la Xunta todavía no han llegado a un acuerdo. Mientras, los ciudadanos se ven obligados a aplazar sus gestiones.
"Non podo facer os trámites para unha pensión se non me dan un certificado de defunción, ese procedemento leva uns días e, coa folga, quedou parado", explicaba este viernes una mujer en los juzgados de Pontevedra. Un trabajador de seguridad se encargaba de explicar a todo el que entraba que los funcionarios del juzgado estaban en huelga y que no había nadie que pudiese atenderle. "¿Hasta cuando?", entonaban a continuación los afectados. Entonces, el agente de la Policía Nacional responsable de la seguridad en la sede judicial repetía lo que ya había dicho cientos de veces en los últimos diez días: "Es indefinida, le diría que viniese el lunes, pero seguramente se encontrará con lo mismo".
Además de un arco de control de metales y un agente ya reconvertido a recepcionista, quienes entraban este viernes en el edificio judicial de A Parda se encontraban con el entierro de "Ruedachol", una especie de parodia carnavalesca en la que los funcionarios en huelga daban sepultura al vicepresidente de la Xunta entre lloros ficticios, aplausos, vítores, gritos y protestas. Y así, mientras alguien pedía información para conocer el procedimiento para poder casarse por lo civil este verano, otros lamentaban a gritos, sarcásticos: "Pobre Ruedachol, morreu antes de dimitir!".
Quienes entraban este viernes al edificio judicial de A Parda se encontraban las ventanillas cerradas y una protesta de los trabajadores
Entre quienes tuvieron que dar media vuelta al llegar al juzgado y encontrarse con semejante jaleo se encontraba una familia que quería denunciar que su antiguo casero no le había devuelto la fianza. "No sabemos a dónde tenemos que ir ni hay nadie que pueda decírnoslo. Lo único que podemos hacer es poner una hoja de reclamación porque no hemos sido atendidos", explicaba el afectado. Sobre uno de los bancos de la entrada de la sede judicial se apelotonaban personas cubriendo numerosas quejas para dejar patente por escrito que no pudieron ser atendidas durante la jornada de este viernes. Los asientos del centro del recibidor estaban reservados para grupos de plañideras que, de riguroso luto, lloraban la muerte de la Justicia. "Algo se muere en el alma, cuando la Justicia se va", entonaban.
"Yo tengo que hacer un cambio de dirección, ya estuve el otro día y también estaban en huelga, así que tendré que volver otra vez más", lamentaba un joven. Como él, a lo largo de la semana miles de personas pasaron por el Registro Civil y los Juzgados de A Parda sin haber solucionado sus problemas. Trámites como la expedición de una fe de vida (documento que certifica que una persona no ha fallecido) están paralizados desde el pasado 7 de febrero. En este caso, el documento es necesario para que muchas personas jubiladas sigan cobrando una pensión, sobre todo si se trata de emigrantes retornados. Con este certificado demuestran que siguen con vida para que se le siga abonando la prestación.
SERVICIOS MÍNIMOS. Dentro de los servicios mínimos pactados para la huelga indefinida, sí se están llevando a cabo inscripciones de nacimiento y de defunción, que incluyen una licencia de entierro para poder dar sepultura al fallecido. De hecho, en la protesta de este viernes, los trabajadores en huelga inscribieron de forma simbólica el fallecimiento de "Ruedachol" en una de las ventanillas del Registro e incluso retiraron una licencia para enterrarlo. Sin embargo, no es posible retirar un certificado de defunción ni una partida de nacimiento.
En medio del jaleo, este viernes también hubo quien pudo llevar a cabo sus trámites en el Registro Civil. Fue el caso de un joven que, entre el alboroto y con la ayuda de alguno de los trabajadores en huelga, cubrió una ficha para registrar a su bebé recién nacido.
