El servicio de Alertas Epidemiológicas del área sanitaria de Pontevedra tenía este miércoles controlados 149 brotes de coronavirus. De ellos, 133 presentan un origen familiar, únicamente tres se generaron en centros laborales y dos en colegios de la comarca. Hay nueve brotes denominados mixtos, generados en varios lugares al mismo tiempo y que en su mayoría han acabado siendo familiares, y uno de carácter sociosanitario.
El seguimiento de los casos nuevos a través de los rastreadores y, sobre todo, la mayor concienciación ciudadana, está facilitando el control de los brotes y el correcto aislamiento de los infectados y sus contactos directos. A todos ellos se les realiza un seguimiento de al menos 10 días, con el sometimiento a pruebas PCR para verificar la presencia o ausencia del virus.
En las últimas 24 horas, de los casi 1.500 test PCR realizados en el área sanitaria, solamente se detectaron 63 positivos, una proporción que sigue situada por debajo del 5% y que durante toda la semana se ha mantenido entre el 3 y el 5 por ciento.
Solamente en esta semana, el número de casos activos se redujo en 415 entre el lunes y el jueves. La previsión de las autoridades sanitarias es que Pontevedra baje de los 2.000 pacientes antes del domingo. También está disminuyendo la presión asistencial en los centros de la comarca. Los tres hospitales públicos (Provincial, Montecelo y O Salnés) superan juntos el centenar de pacientes contagiados por el coronavirus, pero la cifra es ya un 20% inferior al pico máximo de esta tercera ola. Lo mismo sucede en las unidades de enfermos críticos, donde este jueves la estadística oficial computaba 20 afectados por la covid-19.
Por lo que respecta a la incidencia acumulada, la ciudad de Pontevedra está en 548 casos por cien mil habitantes en los últimos 14 días. Poio sigue por encima de los mil casos (1.118 el jueves), Marín está en 457 y Sanxenxo en 844. Los grandes concellos de la comarca bajan su incidencia día a día.
