19.000 kilos en 2019: Pontevedra incautó más cocaína que nunca

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen constancia de que, después del semisumergible, ya ha entrado al menos un gran alijo más por las Rías Baixas. El problema es colosal: la droga decomisada este año valía 600 millones de euros
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La lucha es completamente desigual. Grandes imperios transnacionales sin escrúpulos y con una capacidad económica que pocos se atreven a calcular se afanan por obtener ingentes beneficios mercadeando con la cocaína a través de Galicia. Frente a ellos, policías, guardias civiles y agentes de Aduanas muy expertos y conocedores de su enemigo que, en muchas ocasiones, disparan con tirachinas contra tanques. La incautación de más de 19.000 kilos de polvo blanco con destino a las Rías Baixas o gestionados desde ellas a lo largo de 2019 supone un récord histórico, sí, pero no deja de ser la punta del iceberg de un problema sin solución aparente, al menos a corto plazo, en una sociedad en la que el dinero moldea las voluntades de la mayoría. Y el dinero de la coca es bestial. Un ejemplo: el valor aproximado de la droga incautada en dirección a Galicia en 2019 se eleva por encima de los 600 millones de euros, cuatro veces más de lo que gasta el Estado, vía presupuestos generales, en la provincia de Pontevedra cada anualidad.

El escenario vivido en los últimos meses no es más que la consecuencia lógica de una tormenta perfecta que ya se venía anunciando desde 2018, incluso desde 2017, cuando la Policía Nacional comprobó la capacidad alcanzada desde su situación de semilibertad por el archifamoso Sito Miñanco. Más de 170.000 campos de fútbol dedicados en exclusiva al crecimiento de la hoja de coca en Colombia, la desmilitarización de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), dedicadas en exclusiva al control de los laboratorios en las zonas de selva, y el crecimiento del clan del Golfo, que ya funciona como los antiguos cárteles de Cali o de Medellín (pero con más discreción) han provocado la completa inundación de todos los mercados, comenzando por Europa y Estados Unidos y extendiéndose hacia otras latitudes a lo largo del globo.

El valor aproximado de la droga incautada en dirección a Galicia en 2019 multiplica por cuatro lo que gasta el Estado cada año en la provincia

Con los almacenes cargados hasta los topes, los colombianos saben bien que una de las vías más seguras para la introducción de grandes alijos en Europa es a través de sus socios de las Rías Baixas. Por eso siguen apostando por ellos para que piloten semisumergibles de lado a lado del Atlántico hasta un punto concreto entre Azores y Canarias. Por eso confían en las planeadoras, que siguen desafiando a los temporales y superando en mucho a las lanchas de Aduanas, en cuyas narices se atreven a efectuar descargas. Por eso, después de perder más de tres toneladas de droga en el batiscafo hundido en la ría de Aldán, ya han realizado nuevos envíos, y al menos uno, con éxito, frente a las costas pontevedresas.

En frente, las autoridades se refuerzan. La unidad Greco Galicia ha incorporado ya nuevos agentes que amplían en un 20 por ciento su capacidad operativa, como respuesta al nuevo escenario. El ECO Galicia centra sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico, con éxitos como la operación que acabó con el cambadés Manuel Osorio en prisión.

Unos y otros unen esfuerzos ahora para intentar llegar a la cúspide de la organización que fletó el semisumergible, misión harto difícil, pero no solo eso. Persiguen a varias organizaciones a la vez con el apoyo de la Fiscalía de Pontevedra, en ocasiones, y de la Audiencia Nacional, en otras, con un objetivo claro: intentar que la espiral delictiva no acabe por corromper hasta las entrañas las estructuras de la sociedad.

El balance de 2019, en cuanto a números, es descorazonador. La Policía Nacional se incautó de 3.000 kilos en varios contenedores en el Puerto de Marín, cerca de 3.000 más en los barcos Wall Street y Appollo I en las operaciones Canelas y Beluso, 4.000 en varias dársenas en la operación Beautiful, 1.044 en manos de un irlandés vinculado al IRA con oficinas permanentes en Galicia, 439 en otro contenedor, en este caso en Ourense, y 550 más en una nave del extrarradio de Marín.

La Guardia Civil decomisó dos alijos que suman 800 kilos en el Puerto de Marín, otros tantos que superan los 475 a la organización del citado Osorio, y participó en los 2.500 que fueron incautados por Aduanas en el pesquero Gure Leire, asunto del que también tenía conocimiento la Udyco.

Por último, todos ellos cooperaron para incautar el semisumergible con más de 3.000 kilos y detener a sus tripulantes.

15 de enero. Contenedor en Ourense. El Greco Galicia practicó varias detenciones en Ourense y O Salnés en relación con un contenedor que entró por el puerto de Oporto y se descargó en Ourense con 350 kilos de cocaína. 

22 de enero. 3.000 kilos por Marín. Oculta entre harina de palmiste,. Así introducía un grupo criminal la pasta de coaína que detectó la Brigada Central de Estupefacientes y que terminaba en un laboratorio de Valencia. 

Mayo y junio. Canelas y Beluso. Los 1.500 kilos incautados en el Apollo I fueron la guinda de la operación Beluso, que, junto a su hermana Canelas, sirvió para detener a 17 presuntos narcos, muchos de ellos gallegos. 

1 de junio. Al fin cayó el Gure Leire. Un barco que llevaba añ9os en el punto de mira de la Policí y la Guardia Civil cayó finalmente en manos de Aduanas en medio del Atlántico. Los 2.500 kilos de cocaína llegaron al Puerto de Vigo. 

28 de junio. Un irlandés en Galicia. Más de 1.000 kilos de cocaína incautados en Madrid sirvieron para probar que el irlandés John A. G., vinculado al IRA, tenía oficinas permanenets en Galicia. 

15 de agosto. Cae Manuel Osorio. Una investigación del ECO Galicia iniciada en Valencia y concluida cerca de Oporto incluyó la caída del cambadés Osorio, muy cercano al clan de Los Burros, y 475 kilos de cocaína. 

15 de noviembre. Plátanos y cocaína. Un sistema muy habitual es el ocultamiento de la cocaína en contendedores de plátanos. A mediados de noviembre, la Guardia Civil se incautó de uno de estos en el Puerto de Marín con 663 kilos de droga. 

24 de noviembre. El primer narcosubmarino. La histórica operación que acabó con la incautación del primer semisumergible cargado de cocaína en el suelo europeo devolvió el foco mediático a Galicia como territorio clave en el tráfico de cocaína. 

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