Por internet o teléfono. Así es como uno debe presentar este año la declaración de la renta correspondiente al ejercicio 2019, y sin perder de vista que por el momento la fecha tope se mantiene en el 30 de junio. Las medidas de prevención suscitadas por la covid-19 han llevado al Ministerio de Hacienda a suspender la presentación presencial, que en el caso de Pontevedra se venía desarrollando durante los últimos años en la planta baja del la delegación de Hacienda, sita en la Avenida María Victoria Moreno, número 45.
Las declaraciones también pueden ser cursadas a través de la aplicación móvil de la Agencia Tributaria
Según fuentes consultadas del Ministerio de Hacienda, la Agencia Tributaria estima que en el área de Pontevedra serán tramitadas 265.000 declaraciones, que a nivel provincia se suman a las 187.000 que se calculan para el área de Vigo. El canal telemático más usado es la página web de la Agencia (www.agenciatributaria.es), aunque existen otros dos que han cogido más peso a causa del coronavirus: la aplicación móvil de la Aeat, que lleva registradas un 31% más de declaraciones en un solo click respecto el año paado; y la vía telefónica, reforzada con hasta 4.500 operadores que trabajan en el plan Le llamamos, dirigido a los contribuyentes que habitualmente requieren atención en oficinas.
ASESORÍAS. El veto de la modalidad presencial ha dado lugar a un repunte de consultas a las asesorías especializadas en este tipo de procedimientos. María Cobián Mosquera, gerente de la sociedad María Cobián y Asociados SL,, ha registrado un incremento de entorno al 10% de clientes respecto a anterior campaña de la renta. "Por un lado, porque la gente no se fía mucho del servicio y, por otro, porque presentarla telemáticamente es mucho más complicado este año. Por ejemplo: la gente que tiene alquileres debe aportar más información y el impuesto de patrimonio es más complejo".
Cobián cree que, dadas las circunstancias, la Administración debería "simplificar la presentación de las declaraciones y no dificultarla", como cree que ha sucedido. Y, aunque sea algo que en un principio beneficia a su negocio, critica "las complejidades" que se están topando los contribuyentes para saldar cuentas con el fisco, entre ellas, los procesos para obtener los datos fiscales o para rectificar una declaración, "que ahora implica anular la anterior y hacer una nueva".
Cobián advierte de que en los borradores y en las bases de cálculo de la Agencia Tributaria "hay muchos errores en temas de rendimientos y valores", por eso aconseja "comprobar siempre los datos fiscales con la documentación que se tenga" y, si es posible, recurrir a una asesoría. Por último, sobre una hipotética moratoria de la campaña (ahora mismo descartada por Hacienda), se postula a favor de no conceder prórrogas, sobre todo pensando en su gremio, "porque en julio toca tramitar el impuesto de sociedades y si lo mezclamos con la renta puede ser una locura".
VÍA TELEFÓNICA. Los particulares interesados en confeccionar la declaración vía telefónica pueden solicitar cita previa en la web y la aplicación de la Aeat, así como en los teléfonos 901 12 12 24 o 91 535 73 26 (servicio automático 24 horas) o 901 22 33 44 y 91 553 00 71 (de atención personal, de lunes a viernes, de 09.00 a 19.00 horas).
Los contribuyentes que al solicitar cita aporten un teléfono móvil (la opción más recomendable), recibirán un SMS donde se les indicará el día en que "previsiblemente serán atendidos", así como un enlace a la documentación que deberán tener disponible en el momento de tramitar la declaración. La elevada demanda de este servicio está suscitando retrasos respecto a la cita concedida, que no especifica hora aproximada, sino solo el día, lo que a su vez origina aplazamientos (por ejemplo, cuando la llamada coincide con otros compromisos ineludibles del usuario).
Pese a todo, la Agencia pretende reducir los plantones, por eso ha decidido ir abriendo "progresivamente" la oferta de citas previas. Según argumenta, en ejercicios pasados "en más del 25% de las citas concertadas con más de una semana de antelación, el contribuyente finalmente no se presentaba".
En términos generales, no están obligados los contribuyentes con rentas exclusivamente procedentes del trabajo hasta un importe de 22.000 euros anuales. Sin embargo, este límite se reduce si los rendimientos proceden de más de un pagador (salvo excepciones), o cuando los rendimientos están sujetos a un tipo fijo de retención. En tales casos, el límite es de 14.000 euros anuales.
