0-3. El Pontevedra cumple el expediente ante el Covadonga

El equipo de Luisito se acerca a la permanencia en Segunda RFEF tras completar una actuación más solvente que brillante
Álex González disputa un balón en el encuentro ante el Covadonga de la primera vuelta. RAFA FARIÑA
photo_camera Álex González disputa un balón en el encuentro ante el Covadonga de la primera vuelta. RAFA FARIÑA

El Pontevedra superó con claridad (0-3) al Covadonga en el cuarto partido de la segunda fase y se acerca a la permanencia en Segunda RFEF. El conjunto granate firmó una actuación más solvente que brillante, pero fue capaz de defender con acierto ante un rival con varios juveniles y matarlo en la segunda mitad en una de las múltiples llegadas que tuvo gracias al omnipresente Rufo.

El Pontevedra tenía claro que el triunfo en el duelo pasaba por no conceder nada a un Covadonga anárquico, capaz de dañar en ataque por su alegría para ir hacia arriba, pero blando en defensa por su relajación sin pelota. Así, apostó desde el principio por tratar de buscar un fútbol muy directo hacia sus tres referencias ofensivas –Charles, Rufo y Álex–, que jugaban muy juntitos para caer a las peinadas del futbolista que disputase el duelo aéreo.

Ese desinterés granate por combinar provocó un duelo difícil de digerir en el plano estético, pero efectivo en cuanto a la productividad. Porque desde el principio, el bloque dirigido por Luisito tuvo el partido controlado y, de vez en cuando, generó peligro en alguno de esos balones largos. Álex González avisó con un remate de cabeza alto por poco en un córner, antes de que el meta juvenil del Covadonga regalase el primer tanto al PCF. En una contra, Damiá metió en semifallo el balón al área, pero Hugo Escobar se trastabilló al intentar retroceder. La pelota le rebasó y el portero llegó para evitar in extremis el gol sobre la línea, pero dejó el balón muerto para que Rufo la embocase. Era el minuto 11 y el Pontevedra ya mandaba.

 

El 0-1 no cambió el guion de partido. El Covadonga trataba de asociarse algo más, aunque sin éxito. Y el PCF buscaba el balón largo cada vez que recuperaba para aprovechar los espacios que dejaba su rival. Le faltó mucha pausa al equipo visitante en esas acciones, pero aún así, las desatenciones del rival y la insistencia física de los puntas granates acabaron provocando situaciones suficientes como para ampliar el marcador ya en la primera parte. Apareció entonces Hugo Escobar, mucho más entonado tras su fallo garrafal. Primero, el meta despejó con un chut a la media vuelta de Rufo. Luego le ganó la partida de nuevo al madrileño en un mano a mano en el que sacó una pierna milagrosa y aún tuvo tiempo para negarle el tanto a Charles en el rechace. Por último, en una buena combinación entre Álex, Charles y Rufo, el taconazo de gol de ese último acabó lejos de la red por la buena reacción de la defensa y el cancerbero.

El Pontevedra, sin brillantez, había dominado y dejado pasar la oportunidad de casi sentenciar el duelo en la primera mitad. Y lo pudo pagar caro al inicio de la segunda mitad. Porque en una acción aislada, Diego García fue capaz de revolverse ante Churre y puso el balón al área. Pelayo se anticipó al primer palo y la estampó contra el larguero. Se libró ahí el PCF y acabó sentenciando el partido un cuarto de hora después. Después de una ocasión manifiesta errada por Damià, Rufo volvió a aparecer en el área para imponer cordura. Álex profundizó por la izquierda y puso el balón al área para que el madrileño golpease de primeras con la izquierda. Golazo y 0-2.

El Cova no bajó los brazos y pudo igualar, pero Cortés realizó una doble intervención muy buena y negó la reacción al cuadro ovetense, ya descendido matemáticamente con la derrota. Y ya en los instantes finales, Rufo le regaló una gran asistencia a Borja Martínez, que dio carpetazo a un expediente que había que tramitar sí o sí con el 0-3.

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