Casi 3.500 personas de la provincia, pendientes de que se le reconozca su dependencia

El tiempo medio para resolver los expedientes de este tipo es de unos seis meses, pero la mayor demora se produce después, para acceder a servicios como residencias
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photo_camera Un hombre llevando una silla de ruedas. DP

La lista de personas pendientes de que se resuelva una solicitud de dependencia asciende en la provincia de Pontevedra a 3.461. Este es el número de expedientes nuevos que esperan respuesta, según del dato más reciente que ofrece la Consellería de Política Social, que se corresponde con el mes de junio de 2021. Aunque la paralización derivada de la pandemia podría augurar una ralentización en los procesos, lo cierto es que antes de la irrupción del coronavirus los expedientes pendientes eran más, con 5.483 solicitudes pendientes de resolución a la altura de febrero de 2020.

Aun así, funcionarios del ámbito de la dependencia explican que los retrasos no se producen en el momento de la valoración y reconocimiento de la misma, sino más bien en la adjudicación de recursos. De este modo, en Pontevedra, el tiempo medio de espera desde que se solicita la dependencia hasta que se valora es de unos cinco meses, aunque el protocolo recoge un máximo de tres. En total, desde la solicitud a la resolución suelen pasar unos seis meses. "O Goberno galego é consciente de que os tempos de espera para unha valoración de dependencia non son os desexados, hai marxe de mellora. Por iso, desde antes da pandemia estase incrementando o número de expedientes de valoración resoltos, grazas a que practicamente se duplicaron os equipos de valoración", explican fuentes de la Consellería de Política Social.

En la provincia hay 19.263 dependientes

Pero las esperas más largas llegan después de la resolución. "O problema non é a tramitación da dependencia, senón ás carencias nos servizos públicos aos que se accede despois", cuenta una trabajadora. Por ejemplo, para acceder a una plaza en una residencia pública de la tercera edad, o para disponer de un servicio de atención en el hogar para una persona con un nivel de dependencia bajo las esperas pueden prolongarse mucho. Las plazas en los centros de día, sin embargo, se otorgan de forma más rápida ya que, con la pandemia, han quedado más libres debido a que muchas familias son reacias a que sus mayores hagan uso de este tipo de centros por miedo a los contagios.

Por otra parte, uno de los servicios más solicitados por las familias de las personas dependientes es el de ayuda en el hogar, lo que supone que personal especializado se encargue de realizar tareas de cuidado a personas dependientes, como asearlas o vestirlas. Aunque es una competencia de la Xunta, esta se encuentra delegada en los ayuntamientos, que gestionan el servicio en los domicilios de sus términos municipales. "O problema é cando tes máis demanda das horas que tes asignadas pola Xunta no convenio, nese momento as persoas que teñen concedido o SAF pasan a estar en lista de agarda", cuenta el concelleiro de Benestar Social de Pontevedra, Marcos Rey.

A día de hoy, en la provincia de Pontevedra hay 19.263 personas con una dependencia reconocida, un centenar más que antes de la pandemia, lo que implica que no se ha producido un repunte significativo tras los confinamientos de 2020 y 2021. Además, al mes se gestionan cientos de nuevas solicitudes. Si en mayo de este año se tramitaron 751, en junio otras 251 personas solicitaron que se valorase si cumplían con los requisitos para acceder a ayudas a la dependencia. Según apunta Política Social, el número de personas dependientes atendidas por la Xunta desde 2009 se multiplicó por cuatro.

"Cambioume a vida dende que teño axuda, todo recaía en min"
El Servizo de Axuda no Fogar (SAF) cambió la vida de Ángeles Álvarez, que tiene una madre con dependencia. Ahora mismo, cuenta con 20 horas de ayuda a la semana. "Veñen todos os días, levántana e déixana preparada", explica Álvarez. "Cambioume a vida dende que teño axuda, antes todo recaía en min", dice.

La primera vez que tramitó la dependencia, la Xunta tardó un año y medio en resolverla para denegársela. Tiempo después, la volvió a pedir y, en cuestión de 14 meses, se la aceptaron. Ahora, ha solicitado una revisión porque su madre ha empeorado y "chamáronme moito máis rápido para facer a valoración, só tres ou catro meses despois", cuenta.

El principal escollo que se encontró fue el tiempo que tardó en asignársele el Servizo de Axuda no Fogar una vez reconocida la dependencia. "Por aquel entón viviamos en Vilanova de Arousa e o concello non chegou a darnos o servizo, logo instalámonos en Ribadumia, na casa da miña nai, e alí atendéronnos rápido", cuenta.

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