4,5 toneladas de cocaína en el Atlántico

▶ Vigilancia Aduanera aborda un carguero e impide que siga su ruta, que pasaría a menos de cien millas de las costas de las Rías Baixas ▶ El barco, procedente de Brasil, fue apresado cerca de Tenerife ▶ Atribuido a la Mafia Albanesa, iba a descargar la droga en altamar
Parte del gran cargamento incautado. VIGILANCIA ADUANERA
photo_camera Parte del gran cargamento incautado. VIGILANCIA ADUANERA

La colaboración entre las fuerzas de seguridad de varios países volvió a impedir que las redes internacionales del narcotráfico introdujesen un descomunal alijo de cocaína en Europa. El Servicio de Vigilancia Aduanera, en una operación conjunta con la Policía Nacional y la Guardia Civil, abordó este miércoles en altamar, en pleno océano Atlántico y a poca distancia de las Islas Canarias, el carguero Blume, un imponente navío que se dirigía al Norte (su destino "lícito" era el puerto de Riga) y que tenía en su ruta un paso muy cercano a las costas de Galicia, a menos de 100 millas, incluso más cerca, en su travesía Atlántica.

La ruta: El Blume cruzó el Atlántico, pasó frente al Oeste de África y tenía previsto bordear la Península hacia el Norte

El alijo, cargado en el puerto brasileño de Santos, era propiedad de una de las células de la Mafia Albanesa que, como es sabido, está perfectamente arraigada tanto en el país sudamericano como en la provincia de Pontevedra. La actuación de las fuerzas de seguridad sirvió para incautar 4,5 toneladas, un espectacular cargamento valorado en más de 150 millones de euros en los canales clandestinos. El método para su entrada en el continente era el clásico, según destacaron fuentes policiales en un comunicado. "Seguía la ruta Atlántica de la cocaína en la que transbordan las sustancias en altamar para su introducción en el continente europeo". Y en esa fase, los grandes especialistas a nivel mundial son los narcotransportistas gallegos.

En la operación se ha detenido a los 15 tripulantes de la embarcación, dos de ellos albaneses y el resto pakistaníes. El abordaje del barco, realizado por el Buque de Operaciones Especiales Fulmar del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, resultó de gran complejidad, dado el estado de la mar y las grandes dimensiones del carguero.

La operación arrancó como consecuencia de la colaboración internacional en la que los investigadores del Servicio de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil, a partir del intercambio de información producido entre el Centro de Análisis y Operaciones del Atlántico (MAOC-N) y el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), determinaron la posible implicación de una embarcación sospechosa de tráfico ilícito de estupefacientes procedente de Sudamérica.

Como consecuencia de ello, la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria estableció el dispositivo aeronaval y envió a su buque Fulmar para localizar y, finalmente, abordar el carguero en la madrugada del día 18.

La carga: El cargamento lícito, unas 200 toneladas de café, era muy inferior a la capacidad del barco, lo que llamó la atención de la Policía

El alijo escondido en la sala antiincendios. VIGILANCIA ADUANERA
El alijo escondido en la sala antiincendios. VIGILANCIA ADUANERA

En el momento del abordaje se pudo observar que el carguero transportaba como mercancía declarada unas 200 toneladas de café, muy por debajo de la capacidad real de carga del barco, lo cual llamó la atención de los funcionarios encargados del operativo. En la posterior inspección del buque se hallaron los fardos, repartidos entre la zona antiincendios y otras dependencias del buque.

Abordaje: Condiciones muy complicadas

El abordaje fue extremadamente dificil debido a las condiciones del mar. VIGILANCIA ADUANERA
El abordaje fue extremadamente dificil debido a las condiciones del mar. VIGILANCIA ADUANERA

Las condiciones del abordaje resultaron muy complicadas debido a la situación de la mar y las grandes dimensiones del barco. La presencia de quince tripulantes provocó que los especialistas en la materia del Servicio de Vigilancia Aduanera tuviesen que redoblar sus esfuerzos para efectuar la maniobra en condiciones de seguridad. A pesar de las dificultades, la rápida actuación del Fulmar, que desplegó sus embarcaciones auxiliares, y de sus tripulantes, ha impedido que se produjese un eventual transbordo de los estupefacientes a otras embarcaciones, lo que hubiera comprometido la detección del alijo.

El modus operandi: Dentro de la Ruta Atlántica es probable que los narcos pretendiesen hacer un trasvase de la cocaína a embarcaciones pequeñas

El modus operandi de estas organizaciones incluye la posible descarga en varios puntos, por lo que no se descarta que parte de la droga tuviese como destino embarcaciones menores que saliesen a su encuentro, bien desde Galicia, bien desde Portugal, de ahí la importancia de una intervención ágil por parte de las autoridades policiales.

Tanto los detenidos, como la embarcación, la droga y las diligencias pasarán a disposición del Juzgado Central de Instrucción en funciones de Guardia de la Audiencia Nacional.

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