El 57,8% del alumnado pontevedrés –resultado de la suma de la matrícula total de Infantil, Primaria, Secundaria y Bacharelato en centros públicos y concertados– estudia la asignatura de Religión, según los datos facilitados por la Consellería de Educación y, en algún caso, por los propios colegios e institutos. De este porcentaje, la amplísima mayoría apuesta por la religión católica, mientras que un ínfimo 0,6% cursa la evangélica. En este caso, son 48 escolares de Primaria matriculados en seis colegios del municipio.
La situación, no obstante, es muy diferente entre centros públicos y concertados. Haciendo un cálculo con los primeros –entre los que se incluyen tres escuelas infantiles para alumnos de entre tres y seis años, 18 colegios y siete institutos de ESO y Bachillerato, el porcentaje de los estudiantes que optan por Religión desciende al 45,9%. En Infantil y Primaria, cursan esta asignatura el 53,6% de los matriculados, mientras que en ESO y BAC lo hace solo el 37,6%. En los cinco colegios concertados de la ciudad, que aglutinan a 2.884 estudiantes entre Infantil y Bachillerato (en algún caso), el 100% estudian Religión católica.
Estos datos sirven como radiografía de la situación en Pontevedra de una asignatura que acostumbra a ser protagonista en cada cambio de legislación educativa. Actualmente continúa en vigor la Lomce, ley según la cual esta materia está incluida en los currículums de Primaria y Secundaria, aunque la ministra de Educación, Isabel Celaá, anunció que dejará de ser computable para la nota.
Tal como establece la normativa, en la etapa de Primaria, el alumnado escoge entre Religión y Valores Sociais y Cívicos. En la ESO la alternativa es Valores Éticos. En Bachillerato la materia de Religión se engloba dentro de las asignaturas de opción, por lo que es de oferta obligada por parte de los institutos pero voluntaria para los estudiantes. En Educación Infantil no se contempla una alternativa a Religión, por lo que los colegios acostumbran a poner en el horario una clase denominada Atención Educativa, esto es, que los niños que no la cursan se quedan en el aula con su tutora realizando actividades mientras sus compañeros dan clase con la especialista.
Religión ocupa una hora semanal en todos los cursos de Primaria, excepto en segundo, que son dos horas. En Secundaria también es una semanal, al igual que en Bachillerato, aunque en este caso, cabe recordar, la matrícula es voluntaria. Con respecto al profesorado de Religión Católica, los docentes son contratados laborales derivados del acuerdo del Estado sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito en su día entre la Santa Sede y el Estado Español. Es decir, la Iglesia selecciona a dichos maestros, pero es la Administración correspondiente, en este caso la Xunta de Galicia, la que asume su salario. Para el resto de religiones, en este caso la evangélica, existen acuerdos similares con otras confesiones.
EN EL RURAL. En el CEIP Parada-Campañó, por ejemplo, estudian Religión 123 de los 176 alumnos. Trinidad González, directora del centro, explica que el porcentaje depende mucho de cada curso. "En quinto de Primaria van todos". Eso sucedía en todos los cursos cuando ella llegó al colegio, en 2009, pero desde entonces "notamos que vai decaendo" la cifra. "Antes a gran maioría elixía Relixión, quizais por aquilo do estigma, pero agora non hai esa vergoña". Así, mientras en los cursos altos, como quinto, "van case todos", la proporción cambia en Infantil, donde el alumnado se reparte a la mitad, más o menos, en consonancia con la media de Pontevedra.
Pilar Campañó, además de ejercer como secretaria en el equipo directivo, es la especialista en la materia. Igual que colegas de otros centros, subraya que esta clase "non é unha catequese, iso si que non", sino que los niños aprenden con juegos, "de forma moi lúdica", y se divierten en clase. En general no hay trasvases entre Valores y Religión, aunque en algún caso "ten pasado que algún rapaz de Valores se pasou a Relixión para non quedar só".
La directora apunta que en un colegio del rural, pequeño, las familias "saben como dá Pilar a clase e, se fora unha catequese, non a elixirían para os seus fillos. Tamén se traballan os valores de familia e iso veno". La docente coincide en que en esta materia también "se poden traballar valores", pues "os temas son os mesmos" y que, además, nunca pide al alumnado que compre el manual, ya que están disponibles suficientes ejemplares en el fondo de libros. "Utilizámolos na clase e compártenos". Tampoco se ciñen a este material, sino que también buscan información en Internet.
Refuerzo y guardias
"Preferimos que esas horas que poden sobrar do pago delegado dos profesores se dediquen a horas de reforzo para nenos con dificultades, a substitucións... Nun colexio relixioso vai implícito que se imparte en todos os niveis".
En esta clase se abordan "cuestiones sociales y culturales y problemas de la sociedad actual", puesto que "nuestra cultura es de origen cristiano y eso no se puede negar, está ahí, hasta en las recetas de cocina".
Sin adoctrinamiento
Recalca también que "no se trata de adoctrinamiento ni de catequesis", una falsa percepción producto de reminiscencias pasadas. "Para venir a clase de Religión no hay que ser una persona creyente. He tenido alumnado no creyente ni bautizado pero que venía por convicción, porque quería profundizar en valores como la justicia, la igualdad y la libertad".
En otros institutos, como A Xunqueira II, el porcentaje sube al 78%, de los más elevados, mientras que en el Frei Martín Sarmiento no ven apenas diferencia entre la proporción de alumnado de Religión en ESO y en Bachillerato.