89 años de periodismo en dos voces

Juntas suman 89 años de experiencia en los medios. Fueron dos de las voces de Radio Pontevedra y contaron los problemas de los vecinos de la Boa Vila, desde los baches más pequeños a la plaga de la droga y las mafias del narcotráfico. Meli Fandiño y Pilar Fariña fueron periodistas las 24 horas durante 47 y 42 años de sus vidas.

Meli Fandiño y Pilar Fariña. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Meli Fandiño y Pilar Fariña. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

"Con cien cañones por banda/ viento en popa a toda vela... Eso lo recitaba yo de niña en Radio Pontevedra en un programa infantil", cuenta Meli Fandiño, voz de la radio pontevedresa durante casi 50 años, conductora de La Opinión, asidua a las fiestas y periodista de calle, "de las que salen a hablar con la gente". Comenzó a aprender en la Cadena Ser a los 16 años y le hicieron su primer contrato a los 18. Se jubiló a los 65. "Yo entré algo después, era muy jovencita también y era mi primer trabajo", explica Pilar Fariña, periodista e investigadora las 24 horas, que trabajó en Radio Pontevedra, Televisión Española y El Correo Gallego.

"Aquello me pareció mágico, tenía a mi disposición una discoteca espectacular, muchísima música de todas las voces que pudieses imaginar", recuerda Fariña. "¿Quién podía tener tal variedad de música en su casa por aquel entonces?", se pregunta Fandiño. Ambas entraron en la radio cuando las mujeres se dedicaban a ser locutoras de continuidad. Los hombres redactaban las noticias y las mujeres, como mucho, leían

"Ellos hacían los informativos y los deportes, nosotras hacíamos publicidad, controlábamos a otros compañeros, poníamos música, discos dedicados...", explica Meli Fandiño.

Mujeres

Sin embargo, coinciden en que no notaron que nadie les pusiese zancadillas por ser mujeres y trabajar en los medios. Aunque sí recuerdan detalles reveladores. Pilar Fariña, por ejemplo, reconoce que alguna vez se sintió utilizada como florero y todavía recuerda que le costó entrar a cubrir un motín en la cárcel de A Parda por el hecho de ser mujer.

Además, Fariña fue una de las primeras mujeres en hacer información de deportes en la ciudad. «Por aquel entonces no se hacían ruedas de prensa, se entraba a los vestuarios a hablar con los jugadores y a mí no me dejaban entrar», cuenta.

Las cosas fueron cambiando después de la muerte de Franco. «Aquello fue como una explosión. Nacieron nuevas emisoras y empezó a haber competencia», cuenta Meli Fandiño. Hasta entonces todas las emisoras conectaban con Radio Nacional de España para retransmitir los informativos y las noticias de carácter local -las únicas que podían emitirse- se guardaban en cintas durante una semana por si el Ministerio de Información y Turismo quería revisarlas, tal y como explica Pilar Fariña.

Cuando empecé a hacer deportes, se entraba a los vestuarios para hablar con los jugadores y a mí no me dejaban entrar (Pilar Fariña)


Desde los tiempos en los que había que enviar en un sobre las noticias utilizando la línea de autobuses de Castromil hasta la actualidad ha pasado mucho tiempo. "La técnica ha ayudado mucho a los medios pero, aún así, yo creo que el mejor periodismo se hizo en los años 80. Ahora noto que ha vuelto la autocensura", explica Meli Fandiño, crítica.

Por su parte, Fariña lamenta que eso siempre haya sido así. "Es el capitalismo, la economía manda y eso siempre fue así. Lo sé porque a mí siempre me gustó investigar y me he encontrado con la censura también en aquellos años". Lo que también ha cambiado son las condiciones de trabajo. "No le puedes pedir compromiso a un periodista que cobra 500 euros", indica Fariña. Fandiño lamenta también el intrusismo que llega con las nuevas tecnologías: "ves el telediario y todo son vídeos de móvil". 

Ves el telediario y todo son vídeos de móvil (Meli Fandiño)

Los medios de comunicación cambiaron pero, ¿y la sociedad? "En los años 80 la gente quería hablar y te contaban de todo. Yo aprendí mucho en la calle hablando con las personas. En el año 76 comienza el programa La Opinión y se decía de todo. Aunque ahora nos seguimos quejando de lo mismo de siempre, porque las cosas que nos importan son las pequeñas: una farola que no alumbra, un bache en la carretera... Yo pienso que de las pequeñas cosas llegas a las grandes. La fábrica de celulosa, los problemas con el agua o las facturas de Fenosa también ocuparon muchos minutos de programa", cuenta Meli Fandiño.

Su pasión por la radio llegó a tal punto que en su bolso nunca faltaba un magnetofón. "Por si encantraba algo interesante". Eran periodistas las 24 horas, explica Pilar Fariña, que asegura que, con magnetofón o sin él, pensaba siempre en una posible noticia. "Sabías cuando entrabas, pero nunca cuando saldrías", resumen.

Nos seguimos quejando de lo mismo de siempre, porque las cosas que nos importan son las pequeñas: una farola que no alumbra, un bache en la carretera... (Meli Fandiño)

A medida que pasaban los años, la ciudad también fue transformándose. Y ambas fueron testigos de ello. "Cambió todo menos mi barrio», lamenta Fandiño refiriéndose al mal estado de Mollavao. "El mío tampoco está mejor", añade Fariña. "A Moureira era un lugar precioso con casas de piedra y patines. Cuando Rivas Fontán llegó a la Alcaldía lo permitió todo y acabó con el barrio para hacer edificios", continúa.

También tienen palabras para Ence, una fábrica que, "si no estuviese allí, Marín y Pontevedra estarían unidos", cuenta Fandiño. "Fue lo que mayor daño le ha hecho a esta ciudad y que un Gobierno en funciones haya prorrogado la concesión 60 años es una patada en la boca a Pontevedra", cuenta Fariña.

Fueron testigos del transcurrir de la historia en la ciudad y lo contaron. El periodismo fue para ellas más que una profesión. Fue su pasión y casi su vida. 

Pilar Fariña: "Los narcos me amenazaron tres veces"
Pilar Fariña era periodista también la noche de Carnaval en que se presentó en una cena de contrabandistas de tabaco —"aunque por aquel entonces la ‘fariña’ ya empezaba a circular"— para conseguir una entrevista con ellos. Y la consiguieron. "Fuimos a Amberes Eugenio Giráldez y yo a grabar un reportaje para Hora 25".

Fariña y Fandiño vivieron los años de la droga en Galicia. Los contaron y los padecieron. Sobre todo Fariña, que trabajaba en los informativos. "A mí me amenazaron tres veces. Una vez le dijeron a uno de mis hermanos: 'dille á túa irmá que teña coidado porque vai aparecer nunha cuneta'. A mi otro hermano intentaron atropellarle y le gritaron: 'isto pola puta da túa irmá'. En otra ocasión, investigando en Vilagarcía con el periodista Felipe Suárez, llamamos a la Cámara de Comercio para hablar con Vioque, porque esa información le afectaba, y un hombre que había allí no tuvo ningún reparo en decir que tenía una pistola y que nos mataría", recuerda.

Meli Fandiño recuerda también el daño que hizo la droga a muchas familias. "A la mayoría le tocaba ese drama en la familia, había zonas de Pontevedra por las que no podías pasar porque la gente se moría en las calles. Eso fue una desgracia, pero informativamente fue importantísimo porque luego se sumó el problema del sida", cuenta.

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