El 8-M de los cuidados

El 92% de las excedencias para atender a hijos las piden mujeres

Por cada varón con contrato a tiempo parcial para cuidar a personas a cargo, hay 48 trabajadoras que renuncian una jornada completa por el mismo motivo ► Ellas representan el 98,2% de las afiliadas al régimen de empleadas del hogar y el 94% de las cuidadoras no profesionales

Es la brecha más profunda. Basta echar un ojo a los datos de la Seguridad Social o la EPA para comprobar que, de todos los prejuicios de género pendientes de superar, el reparto de las tareas de cuidados es uno de los más evidentes. Todos los datos y estadísticas existentes arrojan la misma conclusión: el trabajo doméstico y los cuidados siguen recayendo sobre los hombros de las mujeres. Así, por ejemplo, según datos del Instituto de la Mujer recogidos por Comisiones Obreras en un informe sobre Mercado de Traballo e Coidados, el 92% de las excedencias para el cuidado de hijos o hijas las piden las mujeres. 

Imagen de una intervención artística de Ana Navarrete de lamuestra 'In-Out House', celebrada en la Sala X en 2013. RAFA FARIÑALa coordinadora de asociaciones feministas Galegas 8M reivindica hoy en las calles la necesidad de poner los cuidados en el centro bajo el lema Sen coidados non hai vida. Es el mensaje que quieren que suene en todas las ciudades en las que se celebrarán movilizaciones para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. 

Pero cuando se habla de cuidados no solo se habla de la atención de hijos a cargo, sino también de personas dependientes. En este sentido, el número de excedencias para el cuidado de familiares en situación de dependencia otorgadas en Galicia en 2017 (los datos más recientes ofrecidos por el Ministerio de Trabajo) era de 275, de las cuales 215 pertenecían a mujeres y solo 60 habían sido solicitadas por hombres. 

JORNADA REDUCIDA. Otra de las medidas que facilitan la conciliación de la vida laboral y familiar son las jornadas a tiempo parcial. El problema es que, lejos de solicitarse de forma equilibrada por parte de hombres y mujeres, estas son demandadas en su mayor parte por ellas. Así, por cada varón que reduce su jornada para cuidar a niños o adultos enfermos o con dependencia, hay 48 mujeres que renuncian a una jornada completa por el mismo motivo. En el último trimestre de 2019 había en Galicia 14.900 personas con contratos a jornada parcial para el cuidado de niños, mayores o dependientes. De ellas, 14.600 eran mujeres, lo que supone el 97% del total, tal y como recoge el mencionado estudio realizado por CCOO

Las tareas de atención a familiares a cargo rpercuten en la calidad de vida, pero también en los salarios y en las pensiones

Esta encuesta refleja los motivos por los que los trabajadores tienen un trabajo a jornada parcial, lo que indica que otras responsabilidades familiares son también la razón por la que 10.900 trabajadoras no tienen un contrato a jornada completa, frente a 1.900 hombres. Los porcentajes se igualan en otras categorías, como entre los empleados que tienen jornada reducida por estudios. En este caso existe mayor paridad, aunque son ellas, con un porcentaje del 54%, las que más reducen su horario para formarse. 

Desde que el Estado asume la cotización de las cuidadoras de dependientes, se dieron de alta casi mil en la provincia

La Encuesta de Población Activa también pregunta a la población inactiva (que no tiene empleo ni lo busca) los motivos de su situación. En este sentido, de las personas que renuncian a entrar en el mercado laboral para ejercer tareas de cuidados no remuneradas en el ámbito familiar, el 86% son mujeres.

DEPENDENCIA. Un dato que sirve para comprobar quién ejerce las labores de atención a personas dependientes es el que ofrece la Seguridad Social en su registro de cuidadores no profesionales dados de alta. Así, en febrero de 2020, en la provincia de Pontevedra, eran 1.066 las mujeres registradas en este régimen, frente a 63 hombres, lo que supone que ellas representan un 94%. 

Las residencias y centros de día públicos para la tercera edad en la Boa Vila tienen capacidad para 171 personas

Desde abril de 2019, el número de cuidadores registrados en la Seguridad Social ha crecido. Esto es debido a un convenio especial de la Seguridad Social por el cual el Estado se hace cargo de las cotizaciones mensuales para garantizar, en el futuro, una pensión para las personas que tienen que hacerse cargo de alguien de su entorno. De este modo, si en marzo de 2019 eran 233 personas las que cotizaban en el apartado de cuidadores no profesionales (realizando ellas mismas las aportaciones a la Seguridad Social), en la actualidad son 1.129.

EMPLEADAS DEL HOGAR. Los datos reflejan también una mayoría aplastante de mujeres entre las empleadas del hogar, es decir, quien asume también trabajos domésticos pero de forma remunerada. El Sistema Especial de Empleados del Hogar tiene registradas en la provincia a 8.219 trabajadoras frente a 148 hombres. El peso de las mujeres inmigrantes en este colectivo es importante, de modo que unas 900 empleadas del hogar son extranjeras. Los datos no reflejan la cantidad de mujeres que trabajan en este sector en la economía sumergida, que es una de las escasas opciones de supervivencia para las migrantes en situación irregular. 

Más de cien niños, ancianos y dependientes esperan una plaza pública

Más allá de las repercusiones en la calidad de vida de las mujeres, el hecho de que el peso de los cuidados recaiga sobre sus hombros tiene también consecuencias económicas. Las pensiones se calculan en función del tiempo cotizado y las jornadas parciales o las excedencias penalizan. Así, a la brecha salarial se suma la de las pensiones. Las mujeres de la provincia cobran al año 4.862 euros menos que los hombres. En cuanto a las pensiones, ellos cobran un 55% más que ellas, según datos del año 2018.

DATOS. Los números de la desigualdad

Además de la enorme brecha de los cuidados, en la que los colectivos feministas han querido poner el foco en esta edición del 8-M, existen otros datos que evidencian que las desigualdades entre hombres y mujeres son una realidad. 

LABORAL. Las pontevedresas cobran 4.862 menos que sus compañeros hombres. Esto afecta también a las pensiones, de modo que la media de la paga de jubilación de las mujeres en 2018 era un 55% más baja que la de los hombres. 

El desempleo tiene también rostro de mujer. Si en el último trimestre de 2019 la tasa de paro masculina era del 10,3%, la femenina era del 13,3%. Así, el 54,56% del paro del período de tiempo mencionado lo soportaron las mujeres.
VIOLENCIA. La lacra de la violencia de género es una de las manifestaciones más crueles del machismo. 

14. Es el número de víctimas de asesinatos machistas en lo que va de año, lo que supone que cada semana se produce más de un crimen. Desde 2003, cuando empezaron a contarse los asesinatos, el machismo ha acabado con la vida de 1.047 mujeres. 

En la actualidad, hay 1.087 casos de violencia de género activos en la provincia de Pontevedra, uno de ellos de extremo riesgo y nueve de alto riesgo. 

Además, a lo largo de 2017 se registraron en España 9.537 delitos de tipo sexual. En el 84% de los casos la víctima fue una mujer. 

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