A Lanzada, la cuna de Eolo

El dispositivo habilitado por el CEIP O Telleiro recogió la ráfaga de viento más fuerte, superior a los 120 kilómetros por hora,

EL 13 Y EL 26 de diciembre del año pasado, Eolo dejó su huella en A Lanzada. Las rachas de viento alcanzadas entonces superaron los 120 kilómetros con hora, haciendo saltar los registros de la estación meteorológica que, desde hace aproximadamente un año, permanece operativa en las instalaciones del CEIP O Telleiro, cuyos alumnos fueron responsables de su montaje, a través de una iniciativa impulsada por la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA). El dato podría quedar en una mera anécdota si no fuese porque la vigorosidad de estas ráfagas no aparece en ninguno de los otros más de 500 dispositivos instalados en diferentes partes del mundo.

La fundación internacional Raspberry Pi, con sede en Reino Unido, recaba desde hace tiempo toda la información que se almacena en las estaciones que repartió en su día entre centros educativos de decenas de países. Uno de los colegios que se mostró interesado en esta iniciativa fue, precisamente, el de la parroquia de Noalla. Tras presentar las solicitudes pertinentes, a finales de 2016 la institución británica enviaba todo el material necesario para habilitar la estación meteorológica, que se alza sobre el tejado del edificio principal de la escuela. Fueron los propios estudiantes, con ayuda de profesores y miembros de la ANPA, los encargados del montaje de la infraestructura. Además, a lo largo del curso se tomaron las pertinentes mediciones relacionada con la lluvia caída o la potencia eólica.

La sorpresa fue mayúscula cuando, a finales de enero, los dirigentes de Raspberry Pi publicaban en su página web una comparativa que constataba que el enclave de A Lanzada fue el más "venteado" de todo 2017. Los propios responsables de la ANPA admiten que «fue una sorpresa, pero también un orgullo que nos mencionasen». Las dos rachas de viento más fuertes coincidieron con el paso de las últimas ciclogénesis explosivas del año, "Ana" y "Bruno". El primero de estos temporales fue el que más daños causó, ya que levantó parte del paseo de madera que transcurre paralelo a la playa. Algunas de las plataformas acabaron cayendo en el patio del CEIP O Telleiro.

La fundación Raspberry Pi dio vida en su día a un ordenador del tamaño de una tarjeta de crédito, a través del cual lanzan para todo el mundo todo tipo de iniciativas en clave educativa. Una de ellas pasa por recoger los datos de esas 500 estaciones meteorológicas repartidas por diferentes continentes. El sistema, en todo caso, no es infalible. La ANPA explica que «en una localidad de Alemania se registraron vientos de 1.000 kilómetros por hora, pero tuvo que ser por un fallo técnico, porque es imposible que eso se produjese».

MANGA MARINA. La recolección de datos realizada por la institución de Reino Unido se llevó a cabo pocos días antes de que el paso de una manga marina causase cuantiosos daños materiales en Noalla y Vilalonga. La directiva de la ANPA confía en que la estación meteorológicas, que sobrevivió a la embestida del tornado, haya recabado algún dato sobre las ráfagas que se registraron en esa jornada. "Es cierto que estuvimos sin luz, pero es posible que el dispositivo estuviese operativo durante los momentos previos al paso de la manga marina. Todavía no lo hemos comprobado", sostienen.

Todo lo vivido aquel 10 de enero fue recordado ayer en un festival de Entroido muy especial. Y es que los más pequeños protagonizaron una espectacular recreación de las incidencias originadas por la manga marina. Así, los encargados de iniciar el acto fueron los estudiantes de 5º de Primaria, ataviados de hombres del tiempo. Posteriormente, fueron desfilando chavales disfrazados de señales de alerta, gotas de agua y truenos. Los niños de 1º tuvieron el honor de recrear al tornado. La puesta en escena fue tan cuidada que no faltaron los coches y las tejas dañadas por las rachas de viento. Los pequeños de la Escola Infantil de Aios no quisieron perderse la cita y ejercieron de policías y responsables de seguridad. Por último, un grupo de alumnos de 6º se encargó de rememorar el trabajo de los periodistas y las numerosas entrevistas que durante aquellos días realizaron a los responsables del centro. Esta es una muestra más de la estrecha vinculación que existe a día de hoy entre el CEIP O Telleiro, un colegio cuya apuesta por las nuevas tecnologías no deja de crecer, y los avatares de la meteorología.

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