Absuelta la trabajadora del Sergas acusada de husmear en el historial de su hija

La Audiencia de Pontevedra considera que no se ha podido probar que las 68 veces que la madre accedió al expediente fuesen sin el consentimiento de la denunciante

Exterior de la Audiencia de Pontevedra. ADP
photo_camera Exterior de la Audiencia de Pontevedra. ADP

La Audiencia de Pontevedra ha absuelto a una trabajadora del Sergas, el órgano de gestión del sistema de salud público de Galicia, acusada de acceder al historial clínico electrónico de su hija sin su consentimiento, al considerar que no ha quedado suficientemente acreditado este extremo.

En su sentencia, difundida por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra considera que no se ha podido probar que las 68 veces que la madre accedió al expediente de su hija, entre junio de 2012 y abril de 2014, fuesen sin el consentimiento de la denunciante.

Adicionalmente, el tribunal recalca que "no puede descartarse un ánimo espurio en la declaración de la víctima, dada la mala relación existente con su madre", tal y como quedó de manifiesto durante la vista oral del juicio, en la que ambas se cruzaron reproches en sus respectivas declaraciones.

La hija criticó el "abuso emocional" por parte de su madre, que le generó "mucho daño". Por su parte, su progenitora afirmó que la hija está manipulada y anulada por su pareja sentimental.

El tribunal también observa indicios de motivaciones espurias en el hecho de que la hija denunciara dos años después de sus sospechas iniciales de la intromisión en su historial clínico por parte de su madre, que trabajaba en el servicio de admisión del antiguo hospital Xeral de Vigo.

María Josefa O.A., para quien la Fiscalía pedía cuatro años de cárcel y nueve de inhabilitación profesional, declaró en la vista oral del juicio que accedió al historial de su hija para saber si estaba pendiente de una prueba o para conocer los resultados de la misma.

Su hija negó cualquier autorización en ese sentido y dijo que se enteró de las intromisiones de la madre cuando acudió al médico en Canarias para que le recetara un medicamento y le solicitó dicho historial.