Dos jóvenes, ella menor de 16 años, se conocieron a través de Internet, iniciaron una relación y acabaron casándose por el rito gitano. Tres años después y tras la denuncia por una de las partes, los hechos acabaron en un juicio por presuntos abusos sexuales a menor de edad por el que el procesado se enfrentaba a una posible pena de hasta 12 años de prisión. Tras la práctica de la prueba, sin embargo, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra decidió absolver libremente al investigado, después de entender que las relaciones eran consentidas y que la diferencia de edad, aún siendo cierta, se equilibraba por el nivel de desarrollo cognitivo que, tras lo expuesto por los especialistas, tenían los dos integrantes de la pareja.
Así, el tribunal considera probada la relación ente ambos cuando ella estaba en un centro de menores de la provincia, que mantuvieron relaciones de forma libre y que vivieron juntos en casa de la madre del procesado. Por otra parte, también desvela que el investigado tiene "una capacidad intelectual inferior al promedio que corresponde a su edad e inmadurez emocional" y su entonces pareja "dificultades de adaptación, presentando ambos un grado de madurez semejante para determinarse en el ámbito sexual".
Para la absolución, la Audiencia se remite a la cláusula de exención de responsabilidad penal prevista para casos en los que, aún cuando la presunta víctima sea menor de 16 años, concurren "la proximidad de la edad entre ambos sujetos y de su grado de desarrollo y madurez, calidad de próximo aplicable a ambos criterios".
Las juezas argumentan, además, que "las declaraciones del acusado y de la menor son enteramente coincidentes en cuanto a la existencia del consentimiento, refiriendo ambos que se conocieron a través de redes sociales, que mantuvieron un corto noviazgo, se casaron por el rito gitano y que mantuvieron relaciones sexuales voluntariamente".
