Absuelven a un profesor de taekwondo acusado de abusar de sus alumnas

La acusación aseguraba que el entrenador, de un club del País Vasco, había acosado a menores durante un viaje a Pontevedra para un torneo
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photo_camera Detalle de la fachada princial del TS.

Pese a la firme oposición del ministerio fiscal, que entendía los hechos constitutivos de delitos de abusos sexuales a menores de edad, el Tribunal Supremo ha absuelto a un entrenador de taekwondo acusado de acosar y tocar a algunas de sus pupilas en varios momentos, entre ellos durante un viaje que su club, procedente del País Vasco, realizó a Pontevedra para su participación en un torneo de la especialidad.

La sentencia, contra la que no cabe recurso alguno, pone fin a un procedimiento iniciado en la Audiencia de Álava y elevado después al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y, por último, al Supremo, todo ello a instancias de un ministerio público que mostró su disconformidad con el dictamen absolutorio.

Los hechos probados señalan que el entrenador se desplazó a al menos dos viajes con varias de sus alumnas, así como con otros miembros del club del que todos ellos formaban parte, con sede en Vitoria. En el primero de los viajes objeto de investigación, el fiscal le acusó de abusar de una joven en el desplazamiento en el autobús, primero, y una de las habitaciones, después. Nada de ello quedó lo suficientemente acreditado, según los distintos órganos judiciales.

En el segundo desplazamiento analizado, en el que el club acudió a Pontevedra, el acusado compartió habitación con tres menores, de entre doce y trece años en aquel momento (2014). El fiscal y la acusación particular aseguran que abusó de ellas en el dormitorio, pero el tribunal mantiene que no existen pruebas suficientes como para desvirtuar la presunción de inocencia del procesado.

Por todo ello, el Supremo deja sin efecto las acusaciones por hasta tres delitos continuados de abusos sexuales y uno más de lesiones psicológicas y contra la integridad moral que le atribuía el ministerio público al investigado. Su defensa, además, acusó de mentir a algunos testigos, pero los jueces entendieron que la deducción de testimonio no debe prosperar.