Acepta cinco años de cárcel por usar un arma y vender cocaína en un bar

La Audiencia de Pontevedra condenó al vilagarciano E.M.G., que reconoció ante el tribunal los delitos de amenazas, tráfico de drogas, receptación y tenencia ilícita de armas
Dos agentes condujeron al detenido hasta el vehículo policial, en la Audiencia
photo_camera Dos agentes condujeron al detenido hasta el vehículo policial, en la Audiencia

El consejo de su letrado fue definitivo para evitar una larga estancia en prisión. E.M.G., vecino de Vilagarcía de Arousa con antecedentes penales, optó por la confesión de los múltiples delitos que se le atribuían ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, a cambio de una importante reducción de las penas de cárcel que finalmente se le impusieron con respecto a las que solicitaba para él en un principio la Fiscalía. Reconoció haber cometido los delitos de amenazas, tráfico de drogas, receptación y tenencia ilícita de armas, todos ellos acreditados por la Policía Nacional, cuyos agentes le detuvieron en un bar de la citada urbe de O Salnés en la madrugada del 23 de abril de 2016.

Los hechos se desencadenaron en el citado local de ocio cuando el ahora condenado inició una discusión con otro individuo. "Con la intención de amedrentarle, le dijo que le iba a pegar un tiro en la cabeza", relata el juez en su sentencia. Instantes después "le mostró un arma de fuego, tipo revólver, siendo reducido y conducido a la vía pública por varias personas que se encontraban en el local, momento en el que el acusado efectuó un disparo al aire".

Los tres agentes de Policía que se desplazaron al lugar le detuvieron y le incautaron 13 bolsitas que contenían cocaína lista para su venta al menudeo.

En el posterior registro de su domicilio, los funcionarios hallaron cerca de 200 gramos de cocaína, además de cuatro balanzas de precisión, una libreta con anotaciones de nombres y recortes de bolsas de plástico "que el acusado poseía para el corte, pesaje, almacenaje y distribución" de la cocaína, según el dictamen.

Junto a ello, el ahora condenado poseía numerosos objetos que le fueron entregados por drogodependientes a cambio de sustancias, tales como navegadores y relojes de gama alta.

Las penas han quedado fijadas en seis meses de cárcel por las amenazas, doce meses por la tenencia ilícita de armas, tres años por el tráfico de drogas y seis meses por la receptación, además de 2.200 euros de multa.

Comentarios