Acepta siete años de cárcel por intentar matar de un disparo al hijo de su mujer en Redondela

Deberá indemnizar a la víctima con 5.000 euros por los daños morales causados y no podrá aproximarse a menos de 500 metros

Fernando C.M., el hombre que intentó matar al hijo de su mujer con un revólver en septiembre de 2017 en Redondela, en el juicio. JAVIER CERVERA.
photo_camera Fernando C.M., el hombre que intentó matar al hijo de su mujer con un revólver en septiembre de 2017 en Redondela, en el juicio. JAVIER CERVERA.

Fernando C.M., el hombre que intentó matar al hijo de su mujer con un revólver en septiembre de 2017 en Redondela, ha aceptado ser condenado a siete años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas. El juicio, que estaba señalado para celebrarse este jueves en la Audiencia de Pontevedra, tan solo acogió una breve vista para ratificar el acuerdo alcanzado entre el acusado y la Fiscalía.

Junto con la pena de prisión, Fernando C. M. será condenado a indemnizar a la víctima con 5.000 euros por los daños morales causados y no podrá aproximarse a menos de 500 metros. El fiscal pedía inicialmente 14 años de prisión por estos hechos.

Con su conformidad, el acusado, que está en prisión desde hace dos años, reconoce que atacó a la víctima después de una discusión iniciada cuando su esposa regresó de trabajar en compañía de su hijo y ambos se fueron a la cocina. Fernando C.M. entró en la cocina increpando a su esposa y su hijo con expresiones como "no creáis que soy tonto, yo sé lo que está pasando" e insinuando que ella tenía una relación incestuosa son su hijo.

Añadió frases ofensivas como que había conocido a su esposa en un burdel, momento en el que el niño saló en defensa de su madre y le recriminó su procesado su actitud. En un primer momento, el acusado abandonó la cocina, pero regresó poco después con un revolver manipulado en la mano y repitiendo frases similares a las anteriores.

Con el fin de quitarle la vida al hijo de su esposa, apuntó directamente hacia él y apretó el gatillo de la pistola, pero el arma no hizo fuego. Tras el fallido disparo, su esposa aprovechó para empujarle, apartando el arma de la dirección de su hijo justo antes de que el acusado apretase el gatillo del revólver por segunda vez y, en esta ocasión, sí se produjera el disparo que impactó en el techo.