La realidad a veces supera a la ficción y lo que en ocasiones parece una invención jocosa es una anécdota totalmente verídica. Que se lo digan si no al joven que el domingo acudió a la Policía Local porque no encontraba a su amigo y acabó sin seis puntos y con una multa de mil euros. En su ofuscación, el conductor se olvidó de que había tomado unas copas de más, pero los agentes que lo atendieron no pasaron por alto ese detalle.
Según les explicó, había estado con su amigo en un céntrico karaoke hasta las seis de la mañana, pero de repente lo perdió de vista. Dado que tenía su móvil y sus llaves de casa, dio varias vueltas en coche buscándolo, sin éxito.
Preocupado, acudió a la sede de la Policía Local y dejó el coche en la zona reservada para los vehículos oficiales. Los policías, viendo su estado, le hicieron el test y dio positivo. Tras el disgusto el joven pudo resolver el enigma: mientras él era multado, su amigo se había marchado con una chica.
