El líder de Los Butaneros hace un 'calvo' al público durante un juicio por tráfico de drogas

Valentín Outón fue juzgado tras haber sido sorprendido ocultando droga en los genitales

Gesto que el acusado dedicó a la audiencia del juicio. JAVIER CERVERA
photo_camera Gesto que el acusado dedicó a la audiencia del juicio. JAVIER CERVERA

Un nuevo ejemplo de que la reincidencia es un mal endémico entre los narcotraficantes gallegos se vio ayer en la Sección Segunda de la Audiencia pontevedresa. Valentín Outón Mora, vecino de Campelo y antiguo líder del clan de Los Butaneros (posteriormente conocido como Los Ferraos), capaz de transportar 500 kilos de hachís, compareció para responder por un nuevo delito de tráfico de estupefacientes.

Outón Mora, que mostró el mismo respeto por la prensa gráfica que por la salud del resto de pontevedreses (haciéndoles un calvo), apostó por negar unos hechos que parecen flagrantes: fue interceptado por la Policía Nacional en una intervención propiciada por la densa humareda que salía de su vehículo y, antes de ser descubierto, se bajó el pantalón y arrojó al río un envoltorio con unos ocho gramos de cocaína de extrema pureza. El Butanero se encontró con el testimonio de los policías que presenciaron el "lanzamiento" y que hallaron la sustancia en el cauce del río Gafos, en una secuencia de hechos que ocurrió en el lugar de O Marco, en la parroquia de Tomeza.

El fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, explicó que el delito quedó completamente acreditado en el plenario. "Es un terco, pero es toxicómano", espetó, tras recordar que cometió los hechos por los que el jueves fue juzgado apenas cinco días después de conocer la mencionada condena por la media tonelada de hachís.

En contraposición con la versión de la Policía, cuyos agentes detallaron que vieron sin lugar a dudas a Outón Mora arrojar el envoltorio que resultó ser cocaína al río, declararon un empleado y un hermano del procesado, que intentaron defender la versión de su allegado, en especial en lo que se refiere al dinero en efectivo que también llevaba encima: aseguraron que sería para el negocio lícito que regenta, un desguace, "para el que necesita cambio".

Sobre la pena, el fiscal explicó que los dos años y medio de cárcel que solicita son una condena "dulce" dada su reincidencia, pero tuvo en cuenta la dictada drogadicción y la escasa cantidad de la cocaína incautada en esta ocasión.

Policialmente, Los Butaneros son considerados un grupo con capacidad para traficar con cocaína, heroína y hachís. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les han seguido los pasos en numerosas ocasiones por su relación con las drogas.