Acusan a un empleado de banca de Ponte Caldelas de sustraer 110.000 euros a emigrantes en Brasil

La Fiscalía pide seis años de cárcel para el extrabajador de Caixa Geral en Ponte Caldelas, al considerar que incurrió en un delito continuado de falsedad documental y apropiación indebida
El acusado, durante la vista oral celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Pontevedra
photo_camera El acusado, durante la vista oral celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Pontevedra

La Fiscalía pide seis años de cárcel para Germán Carlos T.A., exempleado de la oficina de Caixa Geral en el municipio de Ponte Caldelas, acusado de traspasar 111.000 euros desde cuentas abiertas por varios clientes emigrados en Brasil, a otra que él mismo abrió a nombre de su pareja.

Tanto el fiscal como la acusación particular, que defiende los intereses de la entidad bancaria, consideran que se trata de un delito continuado de falsedad en documento mercantil y de apropiación indebida y piden además que devuelva el dinero sustraído y abone una multa de 3.600 euros.

En la vista oral, celebrada este martes en la Audiencia de Pontevedra, el auditor del banco ha confirmado que el acusado, sin existir "ningún papel firmado" por parte de estos clientes, naturales de Ponte Caldelas, realizaba estas operaciones de traspaso y, posteriormente, destruía los documentos que reflejaban dichos movimientos.

La cuenta abierta a nombre de su pareja sentimental por aquel entonces servía como "puente" para que el acusado accediese a ese dinero, bien a través de transferencias a otras cuentas a su nombre o bien mediante retiradas de efectivo en el cajero.

Según el auditor de Caixa Geral, para "cubrir su rastro" y que los clientes afectados no se enteraran de esos movimientos el dinero se reponía "ficticiamente" cuando regresaban de vacaciones a Galicia o se interesaban por las cuentas, transfiriéndolo de cuentas de terceros clientes "y luego se les devolvía".

Las sospechas sobre esta forma de proceder partieron de un compañero del acusado, que alertó de "discrepancias" en operaciones realizadas desde la sucursal y de los "elevados" importes de movimientos económicos en sus cuentas, que no se correspondían con su salario.

En total, pudo haber hecho hasta 74 movimientos de "pequeña cantidad" para no alertar ni al banco ni a los clientes, elegidos por el propio acusado por la relación de "amistad y confianza" entre ambas partes, según ha reiterado la acusación particular, sin constar "consentimiento o autorización" por parte de los mismos.

La Fiscalía no acusa a la compañera sentimental del procesado, ya que no consta que esta última tuviese conocimiento de las operaciones llevadas a cabo por su novio.

Por su parte, la defensa de Germán Carlos T.A., que se ha acogido a su derecho a no declarar, pide la libre absolución de su cliente, entre otras cuestiones, al entender que no existe documentación que pruebe que dichas operaciones fueron realizadas por su cliente.

Comentarios