Adiós a Francisco García Cimadevila, Paco el de Clarita

Era historia viva de una ciudad que vio cambiar durante décadas desde el escaparate de Almacenes Clarita en A Ferrería
Francisco García Cimadevila. ARCHIVO
photo_camera Francisco García Cimadevila. ARCHIVO

Familiares y amigos despidieron en la tarde de este jueves a Francisco García Cimadevila, Paco el de Clarita, que falleció el miércoles a los 69 años.

Paco, como le conocían amigos y conocidos, entre los que me encuentro, era una persona afable e historia viva de una ciudad que vio transformarse desde el escaparate privilegiado de Almacenes Clarita en la Praza de A Ferrería.

Con él tuve la oportunidad de repasar esa historia y los personajes de la Boa Vila y hablar de una Pontevedra resiliente que ha sabido sobreponerse a la apertura de centros comerciales y al comercio online.

Almacenes Clarita, uno de los comercios más antiguos de la Boa Vila, fundado en 1904 y que va ya por la cuarta generación. Paco pertenecía a la tercera, aunque ya hace unos años que había dado un paso al lado cediendo el testigo a su hijo Adrián García, bisnieto de la fundadora.

En 2013 en un reportaje sobre los comercios centenarios de la ciudad Francisco García Cimadevila se mostraba orgulloso de que uno de sus tres hijos continuase al frente del negocio, aunque ya advertía que no tenía claro si habría una quinta generación.

En ese mismo reportaje Paco señalaba que llevaba, entonces, 40 años en el negocio y había visto de todo. "Las grandes áreas comerciales, los Zara... nos fueron comiendo. En la época dorada recuerdo que comprábamos trailers de mantas y en la feria de Todos los Santos se vendían como churros. Se suministraba a todo el rural. Ahora la competencia es muy grande", decía.

Entre las anécdotas de su vida se encuentra ver aterrizar un helicóptero americano en la Praza de A Ferrería en los años 70

En una ocasión Paco me contó la historia de un helicóptero que había aterrizado en A Ferrería en los años 70 por si podía buscar algún dato en la hemeroteca del Diario ya que sus hijos no se acaban de creer que hubiese aterrizado en la plaza. Durante un par de días estuve buscando en los tomos del periódico de aquellos años, pero no conseguí dar con la noticia.

Días o semanas después y gracias al periodista Rafa López Torre, con un artículo en el Faro de Vigo, pudo demostrar a sus hijos que aquella historia del helicóptero era verdad y que del aparato había descendido, creo recordar, el embajador de Estados Unidos en España. El helicóptero pertenecía a uno de los portaviones que habían participado en unas maniobras en la costa gallega.

Hace meses que le echábamos de menos en el Cralem, sabíamos que estaba enfermo y hace unos días tomamos conciencia de que su último viaje se acercaba.

Este jueves sus amigos-conocidos del Cralem, entre otros, Santi Paredes, Paco López, Ricardo, Ernesto y el que suscribe estas líneas le recordamos y alguno se tomó una Voll-Dam en su memoria porque era la cerveza que él y su mujer bebían habitualmente.

Hasta la iglesia de San Bartolomé se acercaron en la tarde de este jueves un buen número de amigos para acompañar a la familia en tan doloroso momento. Con anterioridad y en la intimidad familiar tuvo lugar su sepelio en el cementerio municipal de San Mauro.

Diario de Pontevedra se suma a las numerosas muestras de pesar que ha recibido la familia y desea trasladar a su esposa, María Dolores Suárez Oubiña, y a sus hijos Patricia Clara, Francisco Roi y Adrián su más sentido pésame.