Adiós al mercadillo de antigüedades

Promoción Económica prohibirá la celebración del rastro dominical a partir del 1 de septiembre alegando que es ilegal y que dificulta el acceso al espacio gastronómico del Mercado de Abastos ▶ Blanco recuerda que los puestos de la feria de la Rúa Serra no pagan tasas y plantea su regularización
Inspección que la Policía Local llevó a cabo en la feria de antigüedades de la Rúa Serra en 2017. DAVID FREIRE
photo_camera Inspección que la Policía Local llevó a cabo en la feria de antigüedades de la Rúa Serra en 2017. DAVID FREIRE

El mercadillo de antigüedades de Pontevedra celebró este domingo la que podría ser su última jornada. El Concello prohibirá la celebración del rastro dominical a partir del próximo 1 de septiembre alegando que es ilegal y que dificulta el acceso al gastroespacio que acaba de abrir el Mercado de Abastos.

La concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco, confirmó este domingo la decisión a través de un comunicado de prensa. En él se recuerda que los puestos de la feria de la Rúa Serra "atópanse en situación irregular, ó ocupar un espazo público sen pagar as correspondentes taxas". "Coa apertura do espazo gastronómico (os locais do primeiro andar tamén abren os domingos) complícase o acceso de persoas con algunha discapacidade ó Mercado", explicó la edil socialista.

"O mercadillo vaise facer cumprindo a lei, coa división de postos e pago de taxas, ou non se vai facer", advierte la edil de Promoción Económica

La instrucción municipal firmada el pasado viernes por Blanco, en la que no se hace mención a la situación ilegal de los ambulantes, advierte de que "as persoas que monten o seu posto a partir da data sinalada (el 1 de septiembre) serán desaloxadas pola Policía Local".

La intención de la edil del PSOE es "legalizar e regularizar esta situación", que asegura que se encontró cuando asumió el cargo. Su valoración supone, en la práctica, una crítica velada a su antecesor: Vicente Legísima García, del BNG.

DESDE 1997. El edil nacionalista fue el encargado de cambiar la ubicación del rastrillo durante el pasado mandato. Lo hizo a finales de 2017 como respuesta a un duro conflicto territorial que enfrentó a los vendedores y a los hosteleros de la Praza de A Verdura, que se quejaban de las pérdidas económicas que suponía la feria dominical. Los puestos de la feria les impedía instalar sus terrazas.

El Concello está dispuesto a reubicar el rastrillo, que empezó a celebrarse en 1997 en A Verdura y que en 2015 fue trasladada a la Rúa Serra

La solución del Concello pasó por el traslado del mercadillo de antigüedades, que nació el 18 de mayo de 1997 gracias al impulso de varios socios de Zona Monumental y el apoyo del entonces alcalde Juan Luis Pedrosa (PP), que quería dar más vida a un casco histórico que trataba de sacudirse un pasado de drogas y por el que todavía circulaban coches.

La zona elegida para reubicar a los comerciantes fue la Rúa Serra, frente a la Praza de Abastos, un lugar que ocupa desde el 29 de noviembre de 2015. A partir de esa fecha, el Gobierno local estableció un límite de plazas (54) y se expidieron carnés para evitar la venta de artículos ilegales, esto es, que no cumpliesen con los requisitos propios de una feria de antigüedades. Aún así, los propietarios de los puestos seguían sin pagar impuestos.

En sus 22 años de historia y tras gobiernos de distinto color (PP, BNG y bipartitos entre nacionalistas y socialistas), la feria de los domingos jamás se regularizó.

REUBICACIÓN. El Concello está dispuesto a reubicar el rastro, pero no sin antes aprobar unas normas mínimas. "O que non vai acontecer, cando menos mentres eu sexa edil de Promoción Económica, é mirar cara outro lado en cuestións que son flagrantemente ilegais. O mercadillo de antigüidades vaise facer cumprindo a lei, coa correspondente división de postos e pago de taxas, ou non se vai facer", advierte Blanco.

La edil socialista considera que los nuevos usos del Mercado "impiden que o emprazamento se manteña na Rúa Serra" y asegura que los técnicos municipales "xa están a estudar hipotéticas ubicacións", que pasan por una regularización cuya tramitación podría prolongarse en el tiempo.

En su opinión, "resulta delirante que alguén estea facendo algo ilegal e protesta porque se lle faga cumprir coa lei, máxime cando, aínda por riba, se atopa en situación de competencia desleal co resto de ambulantes de Pontevedra". "Non me nego á reubicación, pero esta ten que pasar pola regularización. A min nin se me pasaría pola cabeza protestar se o que me están dicindo é que teño que cumprir as normas e pagar as miñas taxas. Ademais, nestes momentos, cos postos alí, unha cadeira de rodas non pode acceder ó Mercado. É de sentido común", subraya.

El PSOE redactó en 2015 un borrador para poner coto a este punto de venta
El PSOE redactó en 2015 un anteproyecto para regularizar los puntos de venta ambulante del Concello, como el mercadillo de antigüedades, que entonces se celebraba en A Verdura.

El borrador encargado por la Concellería de Promoción Económica, entonces dirigida por la socialista Carlota Román, limitaba la venta en esta feria dominical a artículos de artesanía y coleccionismo, muebles y objetos de decoración de más de 25 años, así como réplicas de antigüedades. Además prohibía de forma expresa la comercialización de armas (salvo réplicas), objetos de simbología que fomenten el racismo, nazismo o terrorismo, material pornográfico, juguetes nuevos, animales vivos, ropa o calzado (nuevo o usado), bebidas o alimentos.

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