Adolfo Baloira: "El colapso de la UCI fue quizás la situación más dramática"

El jefe de neumología fue el especialista que atendió el primer caso covid del Área Sanitaria y el primer responsable de coordinar la asistencia sanitaria frente a la pandemia. Tres años más tarde, pasa revista a la experiencia vivida
Adolfo Baloira. DAVID FREIRE
photo_camera Adolfo Baloira. DAVID FREIRE

¿Cómo recuerda los inicios de la pandemia?
En los inicios sentía un poco de miedo y una expectación relativamente positiva. Habíamos visto muy por encima lo que pasaba en China, pero cuando se inició en Italia fue cuando empecé a darme cuenta de la magnitud del problema. Estaba falleciendo mucha gente y los sanitarios no tenían material. En nuestra área el primer caso apareció el 8 de marzo (...). Era algo que estábamos esperando, pero la verdad es que no pensaba que esto iba a ser tan brutal, porque no deja de ser un virus respiratorio que, ‘a priori’, no parecía que fuese más mortal que otro tipos de la familia del coronavirus. El primer caso lo atendí yo y a partir de ahí empezamos la coordinación.

¿Cuáles fueron los momentos más duros?
El confinamiento fue uno de ellos, porque estábamos en pañales, aunque la colaboración entre los servicios fue excelente. A medida que se fue prorrogando fue creciendo la preocupación y el cansancio en la población por estar encerrados tanto tiempo y todo los problemas que se estaban generando. Sin embargo, cuando se levantó pensábamos que el problema estaba solucionado y creo fue un error por parte de todos nosotros. Pensábamos que el verano iba a limitar la transmisión, pero en agosto empezó a repuntar todo de una forma tremenda.

¿Fue otro de los episodios difíciles de la pandemia?
Fue un momento complicado. Después de pensar que habíamos solucionado el problema, vimos que el virus rebrotaba y que lo hacía con mucha fuerza. En la primera ola tuvimos como once fallecimientos, una cifra positiva entre comillas si la comparamos a otros hospitales. Pero la cepa británica era mucho más transmisible y bastante más mortal. En esa ola se nos colapsó la UCI y para mí fue quizás la situación más dramática. Llegamos a tener 37 pacientes intubados, cuando nuestra capacidad real era mucho menor. En esos momentos se estaban muriendo más de 1.000 personas diarias y la situación era más traumática, aunque fue también cuando se empezó a hablar de las vacunas. Quizás nos hubiera gustado que llegaran antes, pero lo cierto es que fueron muy rápidas.

Y los efectos también.
La vacunación masiva cambió radicalmente todo. Empezamos a tener menos pacientes graves y, con independencia de las variantes, el número de fallecidos empezó a ser muchísimo menor. Salvo el Remdesivir, no tenemos muy claro que el resto de tratamientos hayan servido de algo, pero las vacunas fueron clave para controlar la pandemia.

Nos hemos dado cuenta de lo frágiles que podemos ser ante una pandemia de este tipo, ante un virus que se transmite por el aire y que es difícil de controlar"

¿Qué lecciones ha dejado tras de sí el covid?
Lo mejor es que hemos aprendido muchas cosas con este virus. Nos hemos dado cuenta de lo frágiles que podemos ser ante una pandemia de este tipo, ante un virus que se transmite por el aire y que es difícil de controlar. Y hemos visto que la tecnología biológica nos permite responder ante estas situaciones con rapidez. Además, hemos dado un salto enorme en el uso de las tecnologías de la comunicación (..) y los servicios de Neumología también han experimentado un cambio notable. La ventilación no invasiva y aparatos como las gafas nasales de alto flujo han tenido un enorme desarrollo y han sido cruciales para evitar que muchos pacientes llegaran a la UCI. Creo que salvaron la vida a bastantes pacientes.

¿Cuáles son sus perspectivas a corto y medio plazo?
No podemos saberlo, pero da la sensación de que las mutaciones han empezado a ser de grado pequeño. Hay nuevas variantes, pero no cambia demasiado el virus, por lo que puede ser más contagioso, pero no más grave. (...) Actualmente la covid no genera problemas en el sistema sanitario. Es verdad que es probable que pueda aparecer un nuevo virus respiratorio que nos vuelva a dar la lata, pero no nos vamos a preocupar antes de tiempo.