La agitada existencia del 'otro' Araújo: al volante sin seguro, ITV y bajo los efectos de las drogas

La Comisaría de la Policía Nacional, la Comandancia de la Guardia Civil y las policías locales de Poio y Pontevedra tienen muy claro qué personas les dan más problemas de forma cotidiana
Araújo, saliendo de Comisaría tras declarar como testigo por el caso Sonia, y el coche incautado. DAVID FREIRE
photo_camera Araújo, saliendo de Comisaría tras declarar como testigo por el caso Sonia, y el coche incautado. DAVID FREIRE

Quienes viven al margen de la ley o juegan con sus límites están en un estadío permanente de inseguridad, pendientes de sortear a los que se esfuerzan por defender los derechos del común de los ciudadanos. Una persona que utiliza de forma habitual vehículos sustraídos, que conduce después de consumir sustancias estupefacientes, que causa accidentes de tráfico con un coche sin seguro, que porta pistolas táser, pasamontañas, y que intenta huir de la Policía, encaja en ese perfil. David Araújo, hermano del famoso Julio (recientemente fallecido, expareja de Sonia Iglesias), acaba de protagonizar la última peripecia en su ya amplio historial que le relaciona con las fuerzas de seguridad. Ocurrió hace ocho días en la calle Manuel del Palacio. Agentes de la Policía Local le dieron el alto después de comprobar que el vehículo que conducía no estaba en regla, y debían inmovilizarlo. Araújo, sin embargo, no pensaba ponerle las cosas fáciles a los agentes. Intentó huir a pie. No lo consiguió. En su coche apareció un permiso de conducir con su fotografía y otro nombre, una falsificación aparentemente perfecta que, sin embargo, no utilizó con los miembros de la Jefatura. Le conocen perfectamente y él lo sabe.

David saltó a la actualidad en 2018, cuando fue llamado a la Comisaría de Pontevedra para declarar, en calidad de testigo, por la desaparición de su famosa excuñada. Acompañó a su hermano mayor Julio y abandonó la calle Joaquín Costa rodeado por una nube de reporteros, fotógrafos y cámaras de televisión locales que esperaban algún avance en la investigación sobre lo ocurrido con la que un día fue encargada de la planta superior de Massimo Dutti. Los investigadores del Grupo de Delitos Contra las Personas y los jefes de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial pensaban que el hermano del principal sospechoso podría aportar algún tipo de información que condujese al esclarecimiento del caso. Nada de eso ocurrió.

Su infracción más reciente, dejando de lado lo ocurrido en Manuel del Palacio, que tuvo a Araújo como protagonista, se produjo en septiembre del año pasado. Conducía el mismo coche que ahora le ha sido incautado, un Audi A3, por la avenida de San Xoán de Poio. Hallándose bajo los efectos de las sustancias estupefacientes (se negó a someterse a las pruebas de detección de drogas), se llevó por delante un coche estacionado. El coche carecía de seguro, tenía la ITV caducada y portaba una pistola táser sin tener licencia para ello.

Sus antecedentes relacionados con infracciones de tráfico, sin embargo, no terminan ahí. Apenas un año antes, en julio de 2019, fue el causante de dos accidentes de circulación, uno en la calle Echegaray, en Pontevedra, y otro en la zona de la rotonda de A Barca. Positivo en drogas.

Las investigaciones realizadas por este periódico confirman, además, que el hermano menor de Julio Araújo fue cazado en dos ocasiones al volante de sendos vehículos que figuraban como sustraídos en las bases de datos policiales, hechos ocurridos hace más de una década. Más recientes son sus cinco detenciones a manos de agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y de la Comisaría Provincial. El Instituto Armado le atribuyó un presunto delito de lesiones y otros dos contra la seguridad del tráfico, mientras que la Policía Nacional le investigó por una supuesta estafa y por un presunto delito contra la salud pública. Un historial, en definitiva, repleto de hechos punibles que, de uno u otro modo, han puesto en riesgo la seguridad del resto de los ciudadanos. Y el tiempo, parece, no sirve, al menos en este caso, para iniciar un nuevo camino. Al contrario. Es un ejemplo de multirreincidencia de libro, al menos en lo que se refiere a los delitos de tráfico.

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