Sobre las 2.50 horas del 14 de junio de 2016, una mujer regresaba a su casa tras una cena de compañeros de trabajo alertada por unos mensajes a cargo de su pareja pidiéndole explicaciones. Minutos después fue agredida, no solo por su compañero sentimental, sino también por su suegra, que se sumó al altercado empujando y abofeteando a la chica que acababa de volver tras el encuentro de empresa.
Los hechos, ocurridos en Campelo, acaban de ser juzgados por la Audiencia Provincial de Pontevedra, que ha dictado sentencia: sesenta días de trabajos comunitarios para el agresor y cincuenta y seis para su madre, además de sendas órdenes de alejamiento y la prohibición del uso de armas durante dos años.
El agresor tenía 30 años en el momento en el que sucedieron los hechos.
Sobre las circunstancias de lo sucedido, el dictamen desvela que el agresor escribió a su pareja que "xa non veñas a casa, vaite para donde che dea a gana". La víctima, tras escuchar por parte de su pareja que se fuera de casa, cogió a la hija de ambos (de cinco años) e intentó abandonar el domicilio, momento en el que él la agarró, la empujó "hasta el dormitorio, tirándola sobre la cama, le tapó la boca y la nariz con las dos manos durante unos segundos con fuerza y, cuando ella logró levantarse, la volvió a empujar varias veces".
En cuanto al episodio de la suegra, la sentencia detalla que "se levantó de la cama" al oír la discusión y, "tras pedirle a la víctima que se quedase en casa, le pegó una bofetada en la cara, la cogió por los brazos y la empujó". El agresor tenía 30 años en el momento en el que sucedieron los hechos.
