Una densa humareda negra procedente del interior del cementerio de San Mauro alertó a los vecinos de este barrio, que de inmediato alertaron a la Policía Local.
Los residentes en el entorno del camposanto temían que el humo pudiera llevar en suspensión sustancias que resultaran nocivas y que puedan ocasionar problemas en la respiración. En principio creían que se trataba de la quema de ropa y zapatos de difuntos que habían sido incinerados.
Los agentes que se desplazaron hasta la necrópolisis se entrevistaron con funcionarios encargados de estas instalaciones, quienes les informaron de que se trataba de la incineración de ataúdes que se habían ido retirando como consecuencia de las exhumaciones de los cadáveres que tienen lugar después de transcurridos cinco años de los enterramientos.
El color oscuro del humo fue debido, según explicaron los responsables del camposanto, a las resinas y a otro tipo de elementos plásticos con los que están construidos los ataúdes más económicos, que son de baja calidad.
Los efectivos de la Policía Municipal también comprobaron el estado de deterioro que presenta la chimenea por la que salía el humo y que estas instalaciones carecían del mantenimiento adecuado que requiere este tipo de instalaciones, incluida la falta de filtros para evitar la propagación de las las sustancias en suspensión, aún cuando los encargados del cementerio de San Mauro insistan en que éstas son inocuas.
Los vecinos del entorno del camposanto aseguran que mientras el Concello no adopte las medidas necesarias para poner al día el horno y evitar la propagación del humo que genera este tipo de actividad, darán aviso a la Policía Municipal para que levante el acta correspondiente porque, advierten, incluso no descartan acudir a la vía judicial por contaminación atmosférica.
