Alba García vuelve a presentarse a la Guardia Civil, que ahora la admite pese a su celiaquía

Su logro abre la puerta a que todas las personas con la patología puedan acceder a una plaza en el seno del Instituto Armado
Alba García Revestido, este miércoles, a las puertas de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Alba García Revestido, este miércoles, a las puertas de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. DAVID FREIRE

"Es el sueño de mi vida y por fin lo he cumplido". No ha tenido que esperar a la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), donde, por la vía del Contencioso-Administrativo, tendrá que resolverse su reclamación. Alba García Revestido, rechazada por el Ministerio de Defensa tras superar todas las cribas para acceder al cuerpo de la Guardia Civil en 2018, pasará a la historia por obligar a las autoridades competentes a cambiar las bases de los concursos de accesos. Harta de recibir respuestas negativas en sus sucesivos recursos, optó por volver a presentarse a la convocatoria para la academia de oficiales del Instituto Armado. Y volvió a superar las pruebas con nota. Con una diferencia: ahora sí se permite el acceso a las plazas a los pacientes con celiaquía.

"Estoy muy contenta. Aún no me lo creo", declaraba Alba este miércoles a este periódico.

Unas pruebas físicas, dos exámenes de inglés, el psicotécnico y el reconocimiento médico fueron los pasos superados inicialmente por la futura guardia civil que, si no se producen sorpresas inesperadas, saldrá de las academias de Zaragoza, primero, y Aranjuez, después, con el rango de teniente del Instituto Armado. Sus buenas calificaciones en la selectividad le sirvieron, tras superar las pruebas ya relatadas, para obtener un puesto que ya habría estado en su poder hace algunos meses si la normativa estuviese adaptada a la realidad social.

Sobre el recurso que mantiene en Madrid contra la resolución que le dejó fuera en la anterior convocatoria por el mero hecho de ser celíaca, Alba García asegura que "vamos a seguir hasta el final, porque no entendemos que me dejasen fuera el año pasado solo porque no estuviese recogido en las bases. Ahora aparece reflejado de forma específica que los celíacos podemos concursar en igualdad de condiciones con los demás".

Alba agradeció el apoyo de su familia, especialmente de su madre Pilar, que le ha apoyado en todo momento, y también de su abogado, que no ha dejado de insistir para que su batalla fuese escuchada en las más altas instancias.

La Policía Nacional ya admitía a aspirantes con celiaquía antes de que saliese a la luz el caso de Alba, y la propia Guardia Civil no ponía impedimento alguno a quienes se les detectaba la patología cuando ya formaban parte del cuerpo. Ahora, gracias a la lucha de esta joven, muchos otros celíacos se verán beneficiados.

Alba, cuya patología le fue detectada con cuatro años, llegó a aportar dos informes médicos en los que se certificaba que la supuesta causa de exclusión no lo es, al no influir en su condición física, ni obligar a ningún tratamiento. "Simplemente es una dieta diferente, nada más", indicó, para explicar que eso lo hace "aún más frustrante".

La joven de Poio puso sobre la mesa estos y otros argumentos en una rueda de prensa que le sirvió para poner el foco mediático sobre el asunto, cuestión básica en los tiempos que corren.

Una enfermedad en el aparato digestivo muy extendida en la actualidad
Hubo que esperar a la reunión del Consejo de Ministros del 30 de noviembre de 2018, cuando el caso de Alba ya había salido a la luz pública, para que la celiaquía dejase de ser causa de rechazo a la hora de acceder a la Guardia Civil. Ello era así a pesar de que no aparecía reflejado de forma explícita en las bases, tal y como defiende el letrado de la joven.

La celiaquía se caracteriza por una inflamación de la mucosa del intestino delgado ante la ingesta de gluten presente en la cebada, el trigo y el centeno y, en los casos de predisposición genética, también en la avena. Afecta igualmente a niños y a adultos, en una cifra que ronda entre el uno y el dos por ciento de la población en la sociedad occidental. En la actualidad existen innumerables productos sin gluten en los supermercados.

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