Este jueves, a las seis de la tarde exactamente, cumplió 23 años el albergue público de Pontevedra, único en Galicia gestionado por voluntarios. Tino Lores, alma máter del centro, celebró la jornada entre bromas con los peregrinos, a quienes se les advirtió de la efeméride y se les llegó a decir que estaban negociando la contratación de Shakira para amenizar tan sonado festejo.
El albergue pontevedrés se amplió hace un año para aumentar de 72 a 92 el número de camas. Ahora, las instalaciones del Virxe Peregrina, ubicadas en la calle Otero Pedrayo, al lado de las estaciones de tren y autobús, están a pendientes de iniciar unas obras de modernización y de eficiencia energética que consumirán seis meses de trabajo.
El Gobierno gallego destinará 428.044,25 euros (IVA incluido) en este proyecto, que consistirá en el cambio de la actual cubierta, de la carpintería exterior (que será de aluminio con rotura de puente térmico, que aísla mejor) y de parte de la interior.
El arquitecto de la obra, Diego Jorge, ya explicó hace casi un año que está contemplado el cambio de todo el cerramiento para mejorar el aislamiento térmico del albergue. El inmueble también contará con un nuevo sistema de climatización y de mejora de su red eléctrica para reducir el consumo energético. Para ello se echará mano de la aerotermia, que es una tecnología que aprovecha la energía del aire exterior para climatizar espacios interiores y que, en el caso del Virxe Peregrina, permitirá reducir la factura en la producción de agua caliente sanitaria. “Este sistema xera catro veces máis enerxía calorífica que o tradicional”, afirmó Jorge, que indicó que este tipo de sistemas son una fuente de energía limpia.
La reforma prevé además la incorporación de vidrios de control solar en las fachadas más expuestas, lo que contribuirá a mantener una temperatura óptima dentro del albergue. Su pavimento se renovará por uno que sea más fácil de mantener debido al trasiego de peregrinos y el sistema de calefacción será de suelo radiante por electricidad.
El proyecto, que ha sido diseñado por la empresa lucense Proyestegal, hará más eficientes las estancias al aumentar el número de conexiones a la red eléctrica para los usuarios, que hasta ahora solo podían utilizar los dos enchufes que había en cada habitación para cargar sus teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos.
