Ofrecer un hogar digno a quienes no tienen los recursos necesarios para obtenerlo. Ese es el objetivo principal del albergue San Javier de Cáritas, situado en la calle Joaquín Costa de Pontevedra. Unas instalaciones que se inauguraron el 10 de junio de este mismo año y por las que ya han pasado más de 180 personas. De todas ellas, solamente 23 eran mujeres.
Con la finalidad de ayudar a la máxima cantidad de gente posible y que haya rotación entre los usuarios, el albergue establece una estancia máxima de 21 días, aunque esta condición varía en función de la situación de cada persona. "Hay gente que está solo una noche y otras que llevan aquí desde abril, porque su situación social de apoyo y económica no se ha podido resolver", explica Montserrat Rosales, trabajadora social y directora del albergue. Desde su apertura en total se han ofrecido cerca de 5.000 pernoctas.
Rosales abre las puertas de este alojamiento a un equipo de Diario de Pontevedra junto a Mariló Virel, que hasta el pasado jueves era secretaria de Cáritas Pontevedra. Juntas realizaron una visita por sus instalaciones y explican el paso a paso que debe seguir todo el que quiera pasar la noche en ellas.
Condiciones de acceso
"El primer requisito para entrar es el económico. Las personas que acceden al albergue tienen que tener cero ingresos, que es lo más habitual, o una prestación mínima, una pensión contributiva que son 489 euros. También pueden acceder si tienen el ingreso mínimo vital o el Risga, pero en este caso tienen la obligatoriedad de cumplir un proyecto social. Además, tampoco pueden tener apoyo socio familiar o contar con alguien que pueda prestarles un alojamiento", afirma la directora.
Una vez en el alojamiento, "tienen que cumplir unas normas básicas. Las personas con consumo de droga muy activo no van a poder acceder". En ocasiones, apunta Rosales, "por las mañanas vienen hasta aquí y se les ofrece una plaza pero después, cuando vuelven por la noche, se decide que no pueden entrar por sus condiciones".
Todo usuario de este albergue debe cumplir también con unos horarios. "Tienen que entrar a las 19.00 horas y, si son nuevos, una persona voluntaria les acompaña y les explica las condiciones y servicios del albergue. Cenan a las 20.00 horas, se duchan y se van a dormir a las 22.00 horas. A la mañana siguiente disponen también de desayuno pero tienen que abandonar las instalaciones a las 08.00 horas".
Las habitaciones tienen un máximo de cuatro camas, habiendo 20 plazas para hombres y 7 para mujeres. Además, los usuarios pueden acceder con su mascota, pero esta deberá pasar la noche en una de las tres perreras que hay en el patio.
En cuanto al perfil del usuario, Rosales asegura que "es muy variado". "Tenemos personas desde 19 años hasta 83, aunque la media está entre 40 y 55 años. La mayoría son hombres", afirma.
"La solidaridad de los pontevedreses es muy buena"
El trabajo de la entidad pontevedresa no sería posible sin la colaboración de la ciudadanía. "La solidaridad de los pontevedreses es muy buena, tenemos socios y después otras personas que hacen aportaciones puntuales", explica Mariló Virel.
Además, Cáritas recibe también aportaciones del Banco de Alimentos que "nos da productos no perecederos, una vez al mes, y productos perecederos todas las semanas". Sin embargo, aclara la secretaria en funciones, "estas aportaciones no nos llegan y por eso tenemos que hacer nosotros la compra o bien tirar de donaciones de particulares".
Un nuevo proyecto residencial en la segunda planta
Con la vista puesta ya en el futuro, la idea de Cáritas es completar este edificio con la reforma de las dos plantas superiores. "Queremos dar una alternativa y ofrecer una opción residencial distinta a la actual, con apartamentos que no tengan limitación de horarios y sean de larga estancia", anuncia Rosales.

Un nuevo hogar
El objetivo de Cáritas es convertir este albergue en un hogar para aquellos que no cuentan con los recursos necesarios. El equipo está formado por 5 personas y 25 voluntarios.
Punto de encuentro
La entidad pontevedresa realiza actividades diarias en su sala multiusos gracias al trabajo de los voluntarios. Estas son de lunes a jueves en horario de 16.00 a 19.00 horas.
Ropero
El servicio de ropero está muy demandado por los usuarios de Cáritas. Normalmente se entrega ropa un día por semana aunque siempre depende de las necesidades.

Alimentos
El albergue cuenta con aportaciones del Banco de Alimentos aunque estas no son suficientes y la entidad tiene que hacer uso de las donaciones de particulares.
Comedor
En la primera planta del edificio hay un comedor para las 27 personas que hacen uso del albergue. Allí cenan, a las 20.00 horas, y desayunan antes de abandonar las instalaciones.

Siete habitaciones
El albergue cuenta con siete habitaciones de un máximo de 4 camas. Cinco de ellas son de hombres y las dos restantes de mujeres, un servicio hasta ahora inexistente en la ciudad.
Servicio de lavandería
Cáritas cuenta con un servicio de lavandería para todos los usuarios que, además, pueden acceder con sus mascotas al albergue. Estas deben pasar la noche en las perreras del patio.

Obras en el centro de día
En el primer trimestre de 2024 está previsto que terminen las obras de la segunda fase del albergue, que incluyen la construcción de la zona de Proyecto Hombre y del centro de día.