Alertan de que el mercado de cocaína en las Rías Baixas está "inundado"

El precio del kilo ha descendido hasta los 24.000 euros, muestra inequívoca de que existen entradas clandestinas de alijos
Fardos de droga incautados. ADP
photo_camera Fardos de droga incautados. ADP

Escenario de sobreproducción de cocaína en Colombia, cuyas selvas escupen droga a niveles nunca vistos. Expansión de las organizaciones criminales, tanto sudamericanas como de Europa del Este, por todas partes del mundo, dedicadas casi en exclusiva al negocio. Avances tecnológicos por parte de los tres grandes grupos gallegos que permanecen activos, que al mismo tiempo alargan sus tentáculos hacia América, África y Holanda. Banalización del consumo, tanto a nivel social (series de televisión, principalmente) como político (restando importancia a un problema de extraordinaria gravedad). Desvío de recursos, que los representantes políticos han destinado casi en exclusiva en el Sur tras el incremento del tráfico de hachís en el Estrecho. Y permanente exhibición pública, con filtraciones de letrados, sí, pero también desde la propia Administración de Justicia, de los métodos y técnicas de investigación, y no solo eso, sino también de la identidad de agentes que se juegan la vida infiltrándose entre las mafias del narcotráfico.

A todos estos factores, no pocos, se une que "mal que nos pese, seguimos siendo una de las vías predilectas para introducir la cocaína". Interviene por vez primera Fernando Alonso, gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico, que añade que "muchos traficantes son gallegos y aquí van a volver siempre que puedan. Esta entrada les funciona, conocen las aguas y tienen una logística en tierra perfectamente engrasada".

La Fundación Galega Contra o Narcotráfico subraya que "hace años empezamos a escuchar que esto era cosa del pasado, pero en los últimos tres años se han incautado 23 toneladas"

El resultado, una situación de sobreoferta de cocaína en las Rías Baixas. "El mercado está inundado, Eso es un hecho. Los precios han descendido a niveles de hace bastantes años". Los 24.000 euros que se pagan hoy por hoy por cada kilo de polvo blanco vendido al por mayor casi equiparan la situación a la de Holanda y Bélgica, donde los grandes cárteles de todo el mundo cuelan todos los días kilos y kilos de droga a través de los interminables y permeables puertos de Róterdam y Amberes.

CENTRAR EL FOCO. La Fundación pone el acento en que, desde sectores influyentes, el foco está desviado. "Se sigue hablando que esto es cosa del pasado, pero no; es un problema grave y actual que pone en peligro nuestra salud y nuestra seguridad". Alonso explica que "no somos conscientes del daño que el narcotráfico nos hace como sociedad, no solo en cuanto a la salud y la seguridad, sino en términos de imagen. Escuchamos que esto era cosa de la operación Nécora, que esto es un problema que ya está superado, y desde entonces se han requisado toneladas y toneladas de droga con destino a Galicia. Solo en los últimos tres años se han incautado 23 toneladas". A razón de 13.000 kilos en 2017, 6.000 en 2018 y más de 5.000 en lo que va de 2019, que se dirigían hacia las Rías Baixas por las más diversas vías. Pesqueros (el Titan III o el Gure Leire), contenedores (en los puertos de Oporto y de Marín), remolcadores, veleros e incluso un gran mercante que fue interceptado en el Pacífico con el responsable pontevedrés a bordo y más de cinco toneladas de droga en sus bodegas.

El kilo de cocaína se paga en Galicia a precios casi tan bajos como en Bélgica y en Holanda

El trabajo de la Policía, con su unidad Greco Galicia y toda la Brigada Central de Estupefacientes, además de las Udyco, las investigaciones de la Guardia Civil y de Aduanas y, especialmente, el imprescindible apoyo de otros países y sus exitosos métodos de trabajo (la DEA, los servicios secretos británicos, Portugal, Italia o Marruecos) siguen haciendo de freno. Sin embargo, su arriesgadísima tarea se está poniendo en peligro últimamente.

FILTRACIONES PELIGROSAS. "Nos preocupa la permanente exhibición pública de métodos y técnicas de investigación policial. Hay que mejorar las leyes, sin ninguna duda. No puede ser que las técnicas empleadas para investigar y detener a los criminales sean de conocimiento público. Se da cuenta de ello en el juicio e incluso antes, de forma notoria. No se pueden dar tantas facilidades a estos criminales. Hay que cambiar ya lo que sea preciso porque de este modo estamos desarmando a la Policía". La Fundación Galega Contra o Narcotráfico lleva tiempo reclamando medidas al respecto a las autoridades competentes que, por ahora, no han surtido el efecto deseado.

Mal que nos pese, seguimos siendo una de las vías predilectas para introducir cocaína desde Sudamérica

FALTA DE MEDIOS. El colectivo antidroga, además, recuerda que sigue siendo necesaria una mayor aportación de medios técnicos y humanos para poder combatir en igualdad de condiciones a mafias con una capacidad económica muy superior. "Hay que mantener la máxima intensidad y presión policial para impedir que entren más cargamentos de droga y por supuesto como efecto disuasorio, para que ni piensen en meter la droga aquí. Y eso se consigue con medios".

Los números son muy claros. En los últimos meses, la Policía y la Guardia Civil han asestado importantes golpes de mano a distintas organizaciones dedicadas al tráfico de cocaína en Galicia, con varias incautaciones superiores a los 500 kilos y detenciones importantes, como las de Braulio Vázquez o Manuel Osorio. Pese a ello, el precio de la droga alcanza mínimos históricos. La conclusión es que en 2019 hay más organizaciones que nunca dedicadas al tráfico internacional de estupefacientes en Galicia.

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