La almeja alcanza precios históricos en los meses de julio y agosto

La lonja de Campelo cierra su mejor verano gracias a la cotización de los bivalvos, que fueron de récord  Por un kilo de fina llegaron a pagarse 85,50 euros, un valor jamás visto en el marisqueo
undefined
photo_camera Mariscadora trabajando en el punto de control donde se mide el tamaño de las almejas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El sector del marisqueo ha cerrado el mejor verano de su historia en materia de cotizaciones. Y todo ello gracias a los precios alcanzados este año por la almeja y el berberecho recogidos en las playas del fondo de la ría de Pontevedra y subastados en la lonja de Campelo.

Según se extrae de las estadísticas de la Xunta, el valor medio de estos bivalvos durante los meses de julio y agosto se situó en 16,46 euros el kilo. Es el mejor dato desde que en 2001 se creasen registros de este tipo, superando así el anterior récord de 2002, cuando la cuota media fue de 12,39 euros.

"Os prezos facían falta despois desta pandemia e porque agora hai moita máis xente traballando no marisqueo", explica Marina Buceta, la presidenta de la Agrupación de Marisqueo a Pé de la cofradía de San Telmo, la que representa a la mayor parte del sector, que da empleo a más de 400 personas a pie de playa. A ellas hay que sumarles cien trabajadores más, que se corresponden con los que extraen el marisco desde sus embarcaciones.

"Os prezos facían falta despois desta pandemia e porque agora hai moita máis xente traballando no marisqueo" afirma Marina Buceta de Marisqueo a Pé de San Telmo 

Las cofradías no se explican el por qué se han roto todos los techos en la subasta de estos moluscos. El vicepresidente de la lonja de Campelo y patrón mayor del pósito de San Gregorio de Raxó, Iago Tomé, sostiene que hay "moitos factores" que están detrás de esta escalada. "Puido ser porque hai menos ameixa de fóra e porque hai controis da que vén de Portugal cada dous por tres. Tamén puido influir algo o turismo ou que a xente comeu máis ameixas que nunca", añade.

Otra de los motivos que han podido influir en las cotizaciones tiene que ver con los compradores, que ahora no tienen que desplazarse hasta la rula de Poio para comprar la mercancía. Directamente pueden acceder a ella a distancia gracias a un nuevo sistema de venta online, que se puso en marcha la pasada primavera.

Entre la red de clientes destaca el Mercadona, cuyas pujas hacen que otros compradores tengan que elevar sus licitaciones. "O Mercadona é un gran comprador. Pero houbo días que non mercou ameixa e os prezos foron altos igual", recuerda Tomé.

Hito. Otro de los hitos logrados por el marisqueo este verano tuvo que ver con el precio de la almeja fina. Por un kilo de esta variedad, que es la del país, llegaron a pagarse 85,50 euros el pasado 11 de agosto. Nunca antes se había alcanzado un valor así, ni en esta especie ni en ninguna otra de bivalvos.

"Foi un verán fóra do común. Houbo semanas que estiveron por riba de campañas de Nadal. Estamos encantados" , asegura Iago Tomé, vicepresidente de la lonja 

La venta de almejas y berberechos facturaron casi 1,5 millones de euros entre los meses de julio y agosto en la lonja de Campelo, en los que se movieron más de 90.000 kilos de estos moluscos. A pesar del récord de la fina, la japónica sigue siendo la clase dominante y la más abundante. Movió más de seis de cada diez euros.

"Foi un verán fóra do común. Houbo semanas que estiveron por riba de moitas campañas de Nadal. Estamos encantados", destaca el vicepresidente de la rula.

En época estival: las mariscadoras mantienen el plan de vigilancia para evitar furtivos 
El marisqueo a pie reforzó este verano el plan de vigilancia en las playas del fondo de la ría de Pontevedra. El objetivo era evitar la acción de los furtivos, que suele ser más intensa en época estival por la llegada de turistas. El servicio comenzó en agosto y continúa este mes. En él participaron los trabajadores divididos en turnos.

438 empleos

En las tres agrupaciones a pie de las cofradías de San Telmo de Pontevedra, San Gregorio de Raxó y San Andrés de Lourizán trabajan 438 personas.