La Anpa Pardo Bazán mantiene la movilización prevista para el próximo 10 de septiembre, fecha de inicio del curso escolar 2015-2016, después de que a fecha del pasado miércoles la Xunta de Galicia no concretase el calendario para ejecutar las obras pendientes en el CEIP Froebel. La protesta consistirá en que el alumnado no asistirá a clase.
El presidente del colectivo de madres y padres, José Vázquez, explicó el pasado miércoles que «é algo simbólico porque se trata dunha data significativa, na que normalmente non pasa nada fóra da normalidade». Obviamente, no esperan que la protesta sea secundada por el cien por cien del alumnado, pero sí por una mayoría.
Será el primer paso, tal como había anunciado la Anpa. El segundo será convocar una asamblea para decidir las siguientes movilizaciones, «que supoño que as haberá» dado el enfado de la comunidad educativa, pero de momento no están concretadas, aunque se había barajado enviar a los niños a clase con casco de obra o manifestaciones en la calle.
La Anpa exige a la Xunta que termine este verano los trabajos pendientes de la fase B y fije un calendario de actuaciones para la C, un proyecto que habrá que volver a redactar para dividir los trabajos en dos subfases. Así lo expusieron también en los escritos presentados por Rexistro el pasado 18 de junio, cuando padres e hijos acudieron peregrinando a la Delegación Territorial.
Pero la Xunta no movió un ápice su postura. El pasado miércoles la Delegación reiteró que «cumprimos o noso compromiso co CEIP Froebel. Levamos a cabo as dúas primeiras fases das obras, quedando pendentes 700.000 euros para o remate das mesmas. Trátase dun investimento cun orzamento duns 900.000 euros no centro, o maior da súa historia». En cuanto a la tercera fase, el informe de la Unidade Técnica asegura que «non é tan prioritaria» como las anteriores, por lo que «será levada a cabo na próxima lexislatura cando sexa posible».
En cuanto a la decisión de la Anpa, el jefe territorial de Educación, César Pérez, afirmó que «se trata de una decisión personal y particular de los padres que la Xefatura respeta pero no comparte». Añadió que «seguimos abiertos al diálogo y a explicar a los padres de nuevo la situación, recordándoles la importante inversión realizada y los pasos futuros».
