Autor de uno de los temas más importantes del pop español de la década de 2000, Turnedo, guitarrista habitual de la banda de su hermano Iván y licenciado en Derecho, aunque con vocación de biólogo, Amaro Ferreiro (Vigo, 1977) acaba de publicar su tercer disco, Personajes secundarios. Referencias cinematográficas y literarias se mezclan con reflexiones políticas e intimistas en este nuevo trabajo, que presentará en directo el viernes 6 de marzo en Pontevedra.
La de Pontevedra va a ser una de las primeras oportunidades que va a haber de escuchar en directo los temas de Personajes secundarios.
La segunda exactamente. El primer concierto lo dimos hace dos semanas en Madrid, en la sala El Sol. Nos dejó muy buenas sensaciones. Yo personalmente lo disfruté mucho. Y creo que los músicos que me acompañan, que son todos unos fuera de serie, también. Tenemos ganas de repetir.
Le acompañan en esta gira músicos de su órbita y de la de su hermano Iván: Ricky Falkner, Xavi Molero, Nicolás Pastoriza...
Eso es. Ricky Falkner que, aparte de productor, tengo el honor y la suerte de que toque conmigo. Xavi Molero es inseparable de Ricky y siempre que están juntos todo va mejor. Que esté también Nico Pastoriza conmigo en el escenario es otro orgullo, porque desde que era pequeño oía sus discos. Ahora la vida nos ha reunido. Son todos artistas protagonistas de sus propios proyectos que aquí aceptan un rol de secundarios.
Su disco se titula precisamente así, Personajes secundarios. Tienen algo de privilegiados estos personajes que están en el centro del asunto, pero sin el foco encima.
Sí, en el fondo, yo me considero un privilegiado. Piensa en todos los años que llevo en el mundo de la música, pues ser un personaje secundario me ha quitado peso de encima. No he tenido que estar en primera línea, ni tener el foco justo delante. Creo que los personajes secundarios son los que le ponen pimienta a las historias, los que hacen que sean más interesantes. Si en las pelis solo hubiese un protagonista, seguramente serían más aburridas. A través de Personajes secundarios hablo también de lo que es la Segunda División. Es decir, yo tengo la suerte de acompañar a Iván, que es como jugar en Primera. Con este proyecto, de alguna manera, vuelvo a jugar en Segunda, a picar piedra, que también es interesante y necesario, porque hay que estar abajo para saborear lo que supone estar arriba.
¿Le pesa su apellido? ¿Le pesa ser el hermano de Iván Ferrreiro?
Si dijera que me pesa, sería tonto. Porque lo que ha supuesto para mí ha sido todo bueno. Me ha abierto puertas. Así que lo llevo con mucho orgullo y encantado. Lo que pasa es que la realidad es muy tozuda. Cuando voy con Iván es todo mucho más fácil que cuando voy yo solo. Pero tampoco me importa. Disfruto mucho del escenario grande, pero también disfruto mucho del escenario pequeño. Al principio era todo más raro. Lo vivía de una forma más confusa. Hoy creo que lo vivo todo de una forma más clara y ordenada. Y eso me hace disfrutar cada momento. También me pasaba con coger el micro y ponerme a cantar. Antes era algo necesario para poder contar una historia. Ahora lo disfruto más. O con las composiciones. Escribía un tema y no sabía muy bien si sería para mí o para Iván o para quién. Ahora al escribirlo lo tengo clarísimo: qué hago para mí y qué hago para los demás.
"Si dijera que me pesa ser hermano de Iván Ferreiro, sería tonto. Lo que ha supuesto para mí ha sido todo bueno. Lo llevo con mucho orgullo y encantado"
¿Nunca se ha arrepentido de haberle pasado Turnedo a su hermano?
No, creo que no. España es un país de artistas. El artista pesa más que las canciones. Si Iván no llega a cantar Turnedo, si la hubiese cantado yo, la canción no tendría la dimensión que tiene.
La dimensión de que es el público el que la canta entera en los conciertos, de principio a fin.
Sí, es algo muy bonito, muy especial, casi mágico. Hasta el punto de que escribí esa canción con un punto de dolor y hoy es una fiesta. La gente la ha convertido en una fiesta. Cambiar un sentimiento tan profundo en otro tan diferente e igual de profundo, aunque alegría y dolor sean las dos caras de una misma moneda, es algo increíble. Cuando la tocamos hacemos feliz a un montón de gente y eso es lo único que importa. Si me la hubiese quedado yo, nada de esto hubiese pasado, nuestra vida sería muy diferente y seguramente Turnedo se habría convertido, con suerte, en una canción de culto que conocerían 1.000 personas. Desde luego, no tendría la dimensión que tiene porque la canta Iván Ferreiro.
Este nuevo disco tuvo un adelanto, Desesperadamente, un tema que se incluyó en la película Litus, de Dani de la Orden.
Sí, era una melodía muy pop que tenía ahí desde hace tiempo. Hice varios intentos por sacar la canción y no me convencía del todo. Cuando Dani de la Orden nos pasó el guión de esta historia, lo vi claro. Los encargos muchas veces sirven para ganar distancia y que las cosas salgan. Hablar todo el rato de uno mismo es muy aburrido. Aunque, al final, lo acabes llevando todo a ti de alguna manera. Desesperadamente encajaba en la historia de la película, pero al mismo tiempo habla de una ausencia en mi vida personal, de una amiga que perdí hace poco. Se mezclaron las dos cosas y el resultado es una canción súper especial, con la que me sigo emocionando. Luego, al escucharla, cada uno pone su propia historia en ella. Es lo bonito de las canciones.
"Lo que ha pasado con 'Turnedo' es algo muy bonito, muy especial, casi mágico. Hasta el punto de que escribí esa canción con un punto de dolor y hoy es una fiesta. La gente la ha convertido en una fiesta"
Y el segundo tema que se ha lanzado es Ángeles fósiles, su particular homenaje a Alan Moore.
Siempre que me preguntan por mis influencias para mí es difícil hablar de ellas porque no son estrictamente musicales. Me nutro de muchas cosas. Y Alan Moore me ha dado muchas canciones. Esta es la última. No conseguía acabar el tema y, leyendo Ángeles fósiles, Alan Moore vino a mi rescate otra vez. Es un autor que siempre me da ganas de hacer cosas. En este mundo de influencers, a mí me parece mucho más interesante hablar de los influenciados. La gente quiere influenciar, pero lo bonito es que te influencien a ti. Esta es una canción para los influenciados.
De nuevo, personajes secundarios.
Eso es. Por otra parte está la colaboración con Rayden. A mí siempre me ha gustado el hip hop, pero nunca he sabido cómo introducirlo en mi música. Aquí había una canción con dos bloques míos claros. Decidí separarlos y dejar espacio en medio para un tipo que rapease algo. Y tenía muy claro que ese tipo iba a ser Rayden, porque ya habíamos trabajado juntos antes. Me dio la oportunidad de producir una canción en su disco anterior. ¡Mi primera incursión en el hip hop! Usé unos samplers de Barrio Sésamo sobre los que él cantaba. Me encantó hacerlo. Así que era la ocasión de volver a colaborar. Le di el libro de Alan Moore y cuando se lo leyó me dijo: "¿Qué es esto? Me ha explotado la cabeza». Le mandé entonces la canción y él se ocupó de unir mis dos bloques. Creo que es bonito ver cómo dos personas influenciadas por el mismo libro escriben y actúan de forma diferente.
Y, sin embargo, todo casa.
Ángeles fósiles es como la pota de la bruja, en la que todo hierve y se mezcla. Aquí encaja también el vídeo que hizo Borja Santomé.
Pero el tema del que habla todo el mundo es Homicidio involuntario, en el que se alude al rey emérito como nunca se había hecho en un tema pop.
Ya. En estos últimos años hemos oído palabras muy gruesas como censura mezcladas con otras como Audiencia Nacional. De repente, nos hemos visto defendiendo a Valtònyc, que es un tipo al que yo no quiero defender. Me parece horrible lo que hace. Esta es una canción que trata de ser, y aquí voy a usar una palabra que tampoco está muy de moda, equidistante. Por un lado está la corona, algo que detesto, y por otro, Valtònyc, al que detesto también. Desde la convicción de que vivimos en una democracia, que como todas las democracias del mundo es imperfecta y tiene muchísimo que mejorar, he escrito esta canción. Porque decir que no existe libertad de expresión o que no vivimos en una democracia sí que me parece grave. No sabemos lo que es eso. El día que no la haya nos daremos cuenta. Todo lo que cuento en esa canción es real. Real en sus dos acepciones, con mayúscula y con minúscula. Está sacado de los periódicos. Quería contar esta historia y que quedara ahí para los años que vendrán en los que probablemente, cuando estos personajes vayan muriendo, los periódicos se llenen la boca de todas las cosas maravillosas que han hecho por nosotros. La canción tampoco habla del jefe del estado exactamente, sino de alguien antes de serlo y de alguien que dejó de serlo. Me interesa más la persona que su reinado. La única opinión que incluyo en la letra es que me parece raro que alguien que haya sufrido un accidente de ese calibre con un arma siga usándolas toda la vida.
¿Pero la libertad de expresión no tiene que ver con que Valtònyc pueda cantar lo que quiera aunque nos parezca detestable?
Es un tema complicado. No lo sé... Yo, personalmente, creo que todo tiene límites. Si estás deseándole la muerte a la gente o te refieres a actos terroristas... El arte, para mí, es otra cosa. De hecho, yo creo que cuando haces arte no pasa nada. Pero tiene que haber detrás algún tipo de esfuerzo intelectual o creativo o... Te digo una cosa, si haces ese esfuerzo, en la Audiencia Nacional quizás ni entiendan lo que dices. A ver, que aquí tenemos a Berlanga, que en tiempos mucho peores decía cosas mucho más graves. Yo que sé, deberíamos exigirnos un poco más.
"En estos últimos años hemos oído palabras muy gruesas como 'censura' mezcladas con otras como Audiencia Nacional. De repente, nos hemos visto defendiendo a Valtònyc, que es un tipo al que yo no quiero defender. Desde la convicción de que vivimos en una democracia, he escrito 'Homicidio involuntario"
Ha dicho que tenía muchas ganas de que este disco saliese a la calle.
Porque es el disco del que más orgulloso estoy. Al final, supongo que todo es un aprendizaje. Si tu disco favorito es el primero que hiciste, malo. Los otros dos trabajos eran más una colección de canciones. Aquí hay una cierta unidad. Tenía muchas ganas de que se desprendiese de mí y que pasase a pertenecer a todos los que lo escuchen.
Llega después del proyecto Hijos del Mediterráneo, ese homenaje a Serrat que usted capitaneó y que contó con Amaral, Depedro o Tulsa.
La verdad es que ha sido un trabajo fantástico poder armar ese proyecto y poder llevarlo a la práctica. Hay discos como Personajes secundarios que haces para enseñar lo que has aprendido y otros como Hijos del Mediterráneo que haces para aprender. Lo mismo se podría decir del homenaje que hicimos con Iván a Golpes Bajos. Fíjate, Hijos del Mediterráneo de alguna manera fue el germen de este disco, porque grabando aquellas canciones me entró el gusanillo de sacar algo nuevo mío.
Ha espaciado bastante sus trabajos: La ciudad de las agujas es de 2007 y Biólogo, de 2017. ¿La música significa lo mismo para usted hoy que hace 13 años?
Por supuesto que no. Es algo que cambia todo el tiempo. Yo empecé a tocar la guitarra muy tarde, con 14 o 15 años. Tengo una serie de recuerdos de cuando era niño, cuando no tenía ninguna relación con la música, en los que me parecía algo mágico. No sabía cómo se hacía. Ahora sé cómo se hace. Para Alan Moore, la magia y el arte son la misma cosa. Bien, pues yo ahora me conozco los trucos, los abracadabra de las canciones, que me permiten hacer magia. Es cierto que, a veces, añoro la fascinación del chico de 14 años que escuchaba un tema y se preguntaba cómo podía pasar aquello. Ahora sé por qué pasa. Quizás no quedo tan deslumbrado como entonces, pero siento la música de una forma más profunda. Para mí las canciones son como películas de tres minutos en las que trato de contar pequeñas historias. Y creo que cada vez lo hago mejor. Sí, mi relación con la música ha cambiado totalmente. Y eso no significa que haya perdido nada, sino que he ganado mucho.
