La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dado por bueno un dictamen elaborado por el Juzgado de lo Penal 4 de A Parda que condena, entre otras penas, a nueve meses de cárcel y a la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros y comunicarse por cualquier medio con su esposa y con sus dos hijas durante dos años, después de haber amenazado de muerte a su pareja e incluso a una de sus hijas. Ya en la fase de instrucción del caso se dictó esta orden de alejamiento que, por lo tanto, seguirá vigente.
Los hechos ocurrieron, según la sentencia, sobre las 12.00 horas del 20 de septiembre de 2020, cuando el investigado se encontraba "muy alterado porque supuestamente su mujer y su padre le habían cogido la marihuana que tenía guardada en el trastero de la vivienda". En ese momento, el ahora condenado "Llamó de forma reiterada en la puerta del cuarto de la vivienda donde estaba una de sus hijas, que ella tenía cerrada con llave, y le pidió que le dijera dónde estaba su madre o que echaría la puerta abajo, e incluso le dijo que le mataría si no abría".
El siguiente episodio ocurrió momentos después, cuando el acusado llamó a su madre por teléfono y, con el ánimo de intimidar a su esposa, que se encontraba con ella, le dijo "que me traia o puto coche, que a vou matar, vouna matar, vouna deixar sen aire, é o que está buscando esa puta, vainas pagar".
Por todo ello, el tribunal le considera autor de un delito leve de amenazas en el ámbito doméstico en la persona de su hija y otro de amenazas leves sobre la mujer.
Ninguna de las alegaciones presentadas por el encausado convenció en la Audiencia, ni siquiera la adicción a la marihuana como atenuante, pues, "sin cuestionar que el acusado era consumidor, no consta ni el consumo previo ni se alega afectación siquiera leve de las facultades volitivas" por esta cuestión.
