Andorra la Vella se fija en la zona 30 de la ciudad

La capital del Principado ve en Pontevedra un referente a imitar para avanzar en su proceso de peatonalización y humanización urbana
La alcaldesa de la capital andorrana, Conxita Marsol, paseando con Lores por el centro
photo_camera La alcaldesa de la capital andorrana, Conxita Marsol, paseando con Lores por el centro

El modelo urbano pontevedrés sigue creando escuela y siendo un referente para muchas ciudades en proceso de transformación. Es el caso de Andorra la Vella, que ha iniciado la peatonalización de sus zonas comerciales y busca fórmulas para avanzar en la humanización de sus espacios. Por este motivo, su alcaldesa, Conxita Marsol, y un grupo de políticos de su Gobierno visitaron el jueves Pontevedra para conocer de primera mano su sistema de movilidad.

Lo que más llamó la atención de la regidora de la capital del Principado fue la implantación de la zona 30, que limita la velocidad de circulación de vehículos en todas las vías del ámbito urbano. El Concello atribuye a esta medida gran parte de sus éxitos en materia de siniestralidad. De hecho, hace más de cinco años que no se produce ninguna muerte por atropello en la ciudad y los accidentes graves se han reducido notablemente: de los 129 registrados en el año 2000 se pasó a los doce de 2015, según los últimos datos disponibles.

Una delegación de Braga toma hoy el relevo a la de la capital andorrana. Su objetivo es el mismo: conocer la capital.

La delegación andorrana también se interesó por la limitación de la circulación de coches en el centro, un proceso en el que Pontevedra continúa trabajando. De hecho, la intención del Gobierno local es la de evitar que los automóviles circulen por el centro de la ciudad, reduciendo su tránsito a cuestiones de necesidad, esto es, a residentes o servicios.

La convivencia de las bicicletas, los vehículos y los peatones en las calles y la máxima de que el viandante debe estar por delante del resto de medios de transporte en las políticas de movilidad fueron otros de los aspectos destacados por Marsol y su equipo. "Tomamos buena nota de cuestiones como la seguridad vial, la pacificación y la convivencia entre peatones y coches", señaló la dirigente.

A la alcaldesa de Andorra la Vella le gustó Pontevedra, pero recuerda que la suya es una urbe distinta. "Tenemos un clima distinto y somos una ciudad con grandes desniveles, lo que nos obliga a pensar en otros modelos", indicó la regidora, que ve en el modelo de Pontevedra un ejemplo a seguir.

TÉCNICOS. La expedición andorrana mantuvo una intensa sesión de trabajo con técnicos del Concello, como los responsables de los departamentos de Urbanismo, José Manuel Tato, y Obras, Jesús Gómez Viñas. Junto a ellos también estuvo el intendente principal de la Policía Local, Daniel Macenlle, que, acompañado por el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, guió a Marsol y sus colaboradores (el concejal de Urbanismo y Aparcamientos, Josep Antoni Cortés Puig, y Medio Ambiente e Innovación, David Astrié Padilla) en una visita por el centro.

"Teñen unha cidade moi compacta, con moito comercio, e están querendo tomar medidas de mellora da calidade urbana para que Andorra la Vella sexa máis habitable, máis humana e máis atractiva", destacó Lores.