"GALICIA incurriría en un error si, al acercarse a la sepultura de Andrés Muruais, viese tan solo los despojos de un poeta malogrado, allí en donde yacen los de una generación entera". Son palabras de Alfredo Vicenti recuperadas José Manuel Ramos (Pontevedra, 1958) para presentar al protagonista de su segundo libro, Andrés Muruais (Pontevedra, 1851-1882). El profesor de matemáticas del instituto A Xunqueira I publicó su primer obra, centrada en la vida de Guy de Maupassant, en 2011. Fue precisamente su investigación sobre el autor francés lo que le llevó a acercarse a los hermanos Muruais y a quedar fascinado con la historia del mayor de ellos, Andrés, poeta, periodista, político, canalla atractivo, tipo sociable y divertido, fallecido a los 31 años por tuberculosis. Andrés Muruais. El díscolo bardo del Lérez está a la venta en la librería El Pueblo.
Su segundo libro es otra biografía de un literato.
Así es. Hay pocas cosas escritas sobre Andrés Muruais. Creo que esta es la tercera biografía que se publica tras las de Borobó y José Antonio Durán. Y en esta segunda que menciono comparte además protagonismo con su hermano Jesús y tiene una gran relevancia el contexto social y cultural. Yo me centro en Andrés, el personaje que me suscitó mayor interés.
¿Y eso?
Es un personaje que murió muy joven, con 31 años. A pesar de eso, he escrito una biografía de 357 páginas. Es algo que ya dice mucho de la persona que era, alguien muy activo. A todos los niveles: político, intelectual y social. Presidía orfeones, dirigía periódicos...
"Su muerte prematura derivó en una manifestación de duelo popular muy importante. Fue el difunto número 18 enterrado en San Amaro"
Pero la famosa biblioteca alrededor de la que se congregaban los intelectuales de la época en Pontevedra era de su hermano Jesús.
Eso es. La biblioteca [que hoy conserva la Biblioteca Pública de Pontevedra] era de Jesús. Andrés prefería estar en la calle. Eran muy diferentes: mientras Jesús era más bien introvertido y se inclinaba por encerrarse con sus libros, Andrés era todo lo contrario, buscaba el contacto con la gente, la polémica y podía llegar a montar broncas con los artesanos por ejemplo. Era bastante bullidor y pendenciero. Yo llegué a Muruais trabajando en mi primer libro, que estaba dedicado a Guy de Maupassant. Y esto es así porque la primera traducción al castellano del famoso relato de Maupassant Bola de sebo se hizo en Pontevedra y se publicó en un folletín de la ciudad, el Crónica. Se hizo muy pronto para la época, siete años después de salir a la calle. Traté de investigar quién había sido el traductor y me encontré con que había sido Jesús Muruais. En principio me interesé por él, pero inevitablemente me encontré con Andrés, con el que acabé entusiasmándome.
Tanto como para escribir su biografía.
Difiriendo a veces de lo que habían publicado sus biógrafos anteriores. Por ejemplo, Durán afirma que los dos hermanos tenían las mismas ideas políticas. Yo no lo creo. Andrés era alguien cercano a lo que sería el nacionalismo gallego de la época. Jesús era todo lo contrario, un universalista.
La leyenda dice que Andrés Muruais es el creador de Urco. ¿Es eso cierto?
Es cierto. Él y su grupo de amigos inventaron ese personaje para reactivar el Carnaval de Pontevedra, que les parecía aburrido y soso. Lo inventaron para pasárselo bien pero, aparte de convertirlo en un personaje carnavalesco, le dieron categoría literaria al escribir sobre él obrillas teatrales, canciones, etc. Se lo trabajaron mucho
¿Qué capítulo de la vida de Andrés Muruais destacaría?
Además de su faceta literaria, destacaría su activismo social. Era un tipo muy inquieto. Muy aficionado a la música coral, fundó varias agrupaciones. Luego, su actividad periodística, que fue enorme. Él era muy cáustico, muy irónico y un gran polemista. De hecho, se granjeó algunos enemigos. Se las tuvo, por ejemplo, con Indalecio Armesto, que era el director del periódico El anunciador. Andrés Muruais dirigía El independiente. Se lanzaban invectivas el uno al otro. Es importante también su muerte prematura, que derivó en una manifestación de duelo popular muy importante. Fue, por cierto, uno de los primeros enterramientos en el cementerio de San Amaro, en concreto fue el difunto número 18 allí sepultado.
¿Sigue siendo la de Andrés Muruais una figura a reivindicar?
Está totalmente reconocido. Casi inmediatamente después de su muerte se le dio su nombre a una calle. Sí que sería interesante que lo descubriesen las nuevas generaciones. Entre los jóvenes es bastante desconocido. En definitiva sería muy interesante que los chicos conociesen la historia de su ciudad. Con la ensalada de asignaturas optativas que hay en Bachillerato es una pena que una no sea de historia local.
