Ángel Peláez, el otro pontevedrés del debate entre Rajoy y Sánchez

El realizador y director desvela el ‘'making of’' del debate televisivo entre el presidente del gobierno y Pedro Sánchez. "Cuando el ambiente se crispó, Campo Vidal llegó a temer que Rajoy se levantase y se marchase"
Ángel Peláez en casa de Pedro Sánchez con la cinta métrica para medir la distancia de la silla a la mesa
photo_camera Ángel Peláez en casa de Pedro Sánchez con la cinta métrica para medir la distancia de la silla a la mesa

El realizador y director de cine Ángel Peláez lleva desde 1974 trabajando en Madrid, pero se escapa a su Pontevedra natal siempre que tiene ocasión "porque me encanta mi ciudad". En los próximos meses las visitas serán más frecuentes, pues comenzará a grabar dos programas para la TVG y TVE sobre Valle Inclán, con motivo del 150 aniversario de su nacimiento. 

Peláez fue uno de los responsables de los preparativos del cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, que resultó uno de los más tensos de las últimas elecciones. "Desde la época de Aznar y González no recordaba uno así", confiesa el pontevedrés.

"El encargo llegó a la Academia de Televisión hará unos 20 días. Como ya teníamos la experiencia de los debates de 2008 y 2011, Manuel Campo Vidal volvió a confiar en nosotros y yo estuve en el equipo de realización, junto a Fernando Navarrete, Tacho de la Calle y Rafael Galán", apunta. 

Un evento de esta trascendencia, retransmitido en directo por varias televisiones nacionales e internacionales, exige un ‘timing’ (plazos de tiempo) escrupulosamente preciso. Todo estaba por duplicado -cámaras, micros, cables...- para solventar cualquier imprevisto. Todo, excepto la lluvia. "Hacía dos meses que no llovía en Madrid y hubo que improvisar unos paraguas para recibir a los candidatos", subraya. 

A Peláez le tocó coordinar la recepción. A las 21.10 horas llegó Pedro Sánchez y fue directamente al plató para dar el visto bueno a la altura de la silla. "Yo ya había estado a las 18 horas en su casa. Me recibió en chándal y calcetines, y, aunque le llevé la silla en la que se iba a sentar para que la probase, tenía mucho interés en saber cuál era la altura de la mesa, por lo que utilizamos una cinta métrica para que se hiciese una idea", revela, para aclarar que esta prueba previa es algo habitual, "pues en el debate anterior también me tocó ir a Ferraz y a casa de Rajoy". 

Tanto el presidente en funciones como el líder socialista optaron por colocar en sus respectivas sillas un cojín negro. "Es que son 110 minutos sentado y si no estás cómodo se puede pasar mal", explica.

FRÍO SALUDO. Rajoy llegó a la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual (sede del debate) unos minutos después que Pedro Sánchez. Cada uno se encerró con su equipo en los camerinos preparados para la ocasión, desde donde los asesores pudieron seguir el cara a cara al detalle. Solo se encontraron poco antes de entrar en plató. Fue cuando se dieron el primer (y, a la postre, único) apretón de manos. La tensión se palpaba en el ambiente, pero no era ni la sombra de lo que estaba por llegar. Una moneda al aire decidió quién empezaría y quién tendría el último turno de palabra. 

Como pudieron comprobar millones de espectadores, la confrontación fue evidente desde el minuto uno y pronto se extendió al plató y contagió a los respectivos equipos de los candidatos. "Fue bastante incómodo, la verdad. Sobre todo después del descanso, cuando el ambiente ya se crispó del todo. Campo Vidal me confesó que llegó a temer que Rajoy se levantase y se marchase". 

Finalizado el cara a cara estaba previsto un nuevo apretón de manos de despedida, pero no se produjo. El candidado del PP se marchó visiblemente enojado por la agresividad y los insultos de su contrincante. "Cuando el debate está perdido la calumnia es el alma del perdedor", comentaron miembros de su equipo. Sánchez, en cambio, se despedía con una sonrisa en la cara. 

"Los anteriores debates habían sido excesivamente encorsetados y rígidos, y se pactó que este fuese más dinámico, con más interrupciones. Pero la cosa se disparó", concluye Peláez.

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