Ángeles Maestro: "Las consejerías administran hoy en día en función del interés privado"

Elogia las 'Marchas de la dignidad'. "En iniciativas como esa reside la esperanza", dice esta política. "La lucha popular debe organizarse para plantarle cara al sistema" . Un sistema marcado por la corrupción y la deshumanización, según denuncia la médica y política
La médica Ángeles Maestro, en la Praza de Santa María de Pontevedra
photo_camera La médica Ángeles Maestro, en la Praza de Santa María de Pontevedra

Mucho antes de que Carolina Bescansa llevase a su bebé al Congreso de los Diputados provocando un gran revuelo, Ángeles Maestro (Medina del Campo, Valladolid, 1952) fue noticia por circunstancias parecidas. En su caso, sin quererlo ni organizarlo. Su foto salió en los periódicos dando de mamar a su hijo durante el Congreso del Partido Comunista en 1991. Esta política vinculada a la izquierda, que fue diputada por Izquierda Unida y actualmente milita en Red Roja, licenciada en Medicina, es especialista en el ámbito de la sanidad pública. Capitalismo y salud es el título de la charla que ofreció este miércoles, dentro de la Semana Galega de Filosofía, en el Teatro Principal. Es la segunda vez que visita Pontevedra invitada por el Aula Castelao. La primera fue en 2011 durante la Semana ‘Filosofía y Mentira’.

Presenta en su exposición capitalismo y salud como dos términos contrapuestos?

Es que efectivamente son incompatibles. El capitalismo es un sistema basado en la venta de mercancías, no de productos que la gente necesita. Un ejemplo concreto: en España, a lo largo de un año, no se dispuso de penicilina por vía oral porque el único laboratorio que la fabricaba consideró que no era rentable. Es algo que pone de manifiesto en manos de quién estamos y qué papel juegan los políticos. Mi intervención estará centrada en tres grandes aspectos. En la primera parte hablaré de la crisis capitalista. Las políticas neoliberales son una respuesta del capitalismo a su propia crisis. El objetivo: liquidar lo que se dio en llamar el Estado de bienestar. Así empiezan los procesos de privatización.

"Los medicamentos más vendidos del mundo son los ansiolíticos. El dolor social es enfrentado con pastillas"

En los que estamos inmersos...

Efectivamente. En una primera etapa se centraron en aquellas empresas que ofrecen servicios que la gente necesita de manera imprescindible: el combustible, las comunicaciones, la electricidad... Fue el chollo del siglo: comprar a precio de saldo empresas que ejercían casi en régimen de monopolio y con una clientela cautiva. La segunda etapa es la actual, cuando el capital entra en los servicios sociales, entre ellos la sanidad. Hoy, las consejerías de los gobiernos administran en función de los intereses de la sanidad privada. Suena muy bestia, pero es así. Lo afirmo. La reducción del gasto público deteriora nuestro sistema sanitario y aumenta el negocio de la privada. Así que cuanto peor esté el sistema sanitario público, mejor para la privada. La segunda parte de la charla estará centrada en cuestiones perversas como la selección de pacientes, la implantación de objetivos entre los médicos, el copago... que se han empezado a manejar en el sistema sanitario. La lógica del ahorro, la lógica empresarial, se ha introducido en él, cuando la obtención de beneficios antepuestos a cualquier otro tipo de consideración acaba con la calidad del servicio sanitario y excluye a las personas más débiles. Esta es nuestra sociedad de locos: no usamos los avances científicos en beneficio de la vida y de la gente. Finalmente, la tercera parte estará dedicada a la industria farmacéutica, la gran dominadora del sistema sanitario. El 95% de la información de los médicos procede de laboratorios farmacéuticos, cuyo objetivo prioritario es vender sus medicamentos. Cada vez son mayores las denuncias en este sentido. Últimamente han salido dos libros, Fármacos que matan y crimen organizado y El laboratorio químico, que tratan, por ejemplo, la corrupción en el sistema sanitario o el uso de psicofármacos para anestesiar el malestar social. Los medicamentos más vendidos del mundo son los ansiolíticos y antidepresivos. El dolor social, el sufrimiento social, es enfrentado con pastillas. No hay congreso médico que no patrocinen los laboratorios. No hay presentación de un nuevo medicamento que no se realice en un lugar exótico. Y, uno de los asuntos más terribles que se ha descubierto, gracias a directores jubilados de grandes publicaciones médicas, es la manipulación de los ensayos clínicos.

"No hay estudio que no esté contaminado por intereses económicos. Se investiga lo que interesa y se manipulan los resultados"

Sin embargo, a pesar de protestas como la de la Marea Blanca, el ciudadano parece haber aceptado el criterio de rentabilidad como válido en cuestiones sanitarias. La respuesta a los recortes ha sido tibia y, de hecho, el Partido Popular ha vuelto a ganar las elecciones, tanto las generales como las autonómicas en el caso gallego.

No, yo creo que la inmensa mayoría de la gente no tiene información sobre lo que está pasando. La inmensa mayoría está sola frente a un señor de bata blanca que es el que sabe, el que dice y el que indica. ¿Qué está pasando en mi hospital? ¿Qué está pasando en mi centro de salud? La gente no lo sabe. Y quizás la solución no sea sólo salir a la calle, quizás la solución sea ocupar un centro de salud o un hospital, como hicieron 200 personas en Bellvitge, negándose a aceptar unas urgencias saturadas con dos plantas cerradas. Todo tiene un límite. Frente a la lógica del beneficio lo único que funciona es un pueblo consciente, organizado y dispuesto a actuar. Hay que arriesgar.

Médicos que actúan presionados por políticos y empresarios, ensayos clínicos manipulados... Describe usted un sistema sanitario corrupto. ¿Así lo ve?

En todo lo que tiene que ver con el medicamento, absolutamente. En el apartado médico, habría que empezar por decir, antes que nada, que sigue habiendo gente decente. La hay. No mucha, porque si la hubiese la situación sería muy diferente, pero la hay. La mayor parte acepta entrar en el juego: coge el cheque o el viaje a Las Bahamas. Hoy en día no hay practicamente investigación sanitaria que no esté contaminada por intereses económicos. No es sólo que la salud sea incompatible con el capitalismo, es que también lo es la ciencia. Se investiga sólo lo que interesa y los resultados se manipulan en función de lo que se quiere vender.

"Vivimos en una sociedad enferma", dijo la presidenta del Aula Castelao el día de la presentación de esta semana.

Es verdad. Lo que se diagnostica como ansiedad o depresión o angustia es malestar social.

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