Capitán de la Brilat

Un año y medio de cárcel por "embriaguez en acto de servicio"

El condenado es un capitán de la Brilat que estaba de maniobras
Maniobras durante las cuales se produjeron los hechos. BRILAT OC
photo_camera Maniobras durante las cuales se produjeron los hechos. BRILAT OC

La sala del tribunal militar cuarto de A Coruña ha condenado a un capitán de la Brilat que actualmente se halla "en situación militar de suspensión de funciones", según el dictamen, por un delito de "embriaguez en acto de servicio" y otro de "incumplimiento de los deberes inherentes al mando" a dos penas que suman un año y medio de prisión, además de la suspensión de empleo durante el tiempo de la condena.

La sentencia explica que el capitán, en el marco de unas maniobras que estaba realizando la Brilat en Parga (Lugo), cometió ambos delitos en la última noche en la que los soldados pontevedreses estaban desplazados en tierras lucenses. "Con motivo de que al día siguiente finalizaban las maniobras, el oficial autorizó la realización de una cena especial y la compra para ella de varias bebidas alcohólicas. Durante el transcurso de la misma, el capitán, que había estado ingiriendo dichas bebidas, pidió a un soldado que le prestase su vehículo particular", automóvil que se hallaba en el campo de maniobras porque el citado soldado tenía autorización para irse a su casa al día siguiente, en cuanto concluyesen los movimientos militares. "Como quiera que el soldado se negó debido a que observó a su superior bajo los efectos del alcohol, el capitán le pidió que le llevase a un sitio", indica el auto.

Según indica la sentencia, ambos delitos fueron cometidos cuando los soldados pontevedreses estaban desplazados en Lugo

Así, sobre las 0.00 horas, el capitán instó al soldado a que le llevase a un club de alterne. Tras buscar a través del GPS y pararse en un cajero, llegaron al establecimiento 'Don Juan', ubicado a unos 20 kilómetros del campo de maniobras, muy cerca del centro penitenciario de Teixeiro. "El capitán entró en el local y el soldado permaneció en el coche hasta que cinco minutos más tarde le indicó que entrase con él. El soldado se quitó la chaquetilla del uniforme y se puso una de chándal que tenía en el coche, pidió una coca-cola y permaneció en la barra con el capitán, que se encontraba uniformado pero sin chaquetilla, llevando una camiseta del Ejército de Tierra". El oficial se tomó dos bebidas que no fueron identificadas por el soldado.

Unos 40 minutos más tarde, el capitán le indicó al soldado que buscase otro club, por lo que se dirigieron por la A-6 hacia A Coruña hasta que el oficial le pidió que se detuviese en plena autovía para vomitar, algo que hizo manchando el propio coche. El soldado consiguió llevarle de vuelta al campo de maniobras.