Portela: "Lo anómalo es que los celadores no seamos profesionales sanitarios"

Los celadores han anunciado un encierro en Montecelo para urgir soluciones a viejas peticiones como la dignificación de los contratos y la renovación de camillas y sillas, "en estado deplorable". Su portavoz añade además la demanda de que la categoría sea reconocida como sanitaria

Gustavo Olmedo
photo_camera Gustavo Olmedo en el exterior de Montecelo. GONZALO GARCÍA

Gustavo Olmedo Portela (Pontevedra, 1964) es el portavoz de colectivo de celadores del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, un gremio que ha decidido celebrar el próximo día 23 un encierro de 24 horas en el Hospital Montecelo para reclamar la resolución de "viejas reclamaciones". 

¿Cuáles son las más importantes?
Son reivindicaciones antiguas, que ya conocía la anterior gerencia y que hemos trasladado al actual gerente. Una de ellas es que queremos que se renueve la totalidad de las camillas y las sillas en Urgencias y los quirófanos, porque están en una situación deplorable y son insuficientes. De hecho, estos días hubo un colapso y se tuvo que pedir un refuerzo de camillas antiguas a la unidad endoscopias. También pedimos la dignificación de la contratación, porque tenemos contratos muy precarios y muy cortos, muchas veces de un solo día y en servicios distintos, lo que merma la atención al paciente (...). Además,  solicitamos que en el nuevo Montecelo haya espacio para los celadores. La intención es estructurar el colectivo y para eso requerimos un lugar en el que poder reunirnos y ejercitar los derechos que nos corresponden. El colectivo valora positivamente que el gerente tenga una buena predisposición y talante de diálogo, pero también es cierto que no nos vale con gestos, queremos hechos. 

Aparte de estas peticiones locales, existe la reivindicación de que se reconozca a los celadores como categoría sanitaria, no solo en el área, sino a nivel Galicia. 
Sí. La intención era promover una Proposición No de Ley (PNL) para que el Parlamento de Galicia instara a la Xunta y ésta a su vez al Estado para introducir en el mapa de titulaciones la categoría de celadores con la correspondiente formación y título. Lo que es anómalo es que ejerzamos funciones sanitarias y no seamos profesionales sanitarios. Empezamos con unas conversaciones con la comisión de sanidad del Parlamento, pero hace un año su presidenta nos dijo que no había intención de aprobarla porque no tendría ningún efecto. Efectivamente, sabemos que no tiene efecto jurídico, pero sí sería un posicionamiento del Parlamento, como ocurrió en Baleares, La Rioja, Asturias o Castilla y León, donde sí se aprobó la PNL. Lo que concluimos es que nunca hubo voluntad política para sacar esto adelante. 

¿En qué punto se encuentra ahora la petición? ¿Se ha tirado la toalla? 
La comisión de sanidad nos remitió a la dirección general de FP para empezar de cero. Ya hemos enviado dos correos solicitando entrevista son su director, pero tal y como nos lo han expuesto, es un tema que está un poco verde. 

¿Beneficiaría a los celadores en activo o a las futuras generaciones?
A ambos. Ahora mismo estamos regulados por una orden ministerial preconstitucional, pero actualmente los celadores tienen una alta cualificación, sobre todo en servicios como Cirugía, Urgencias o Medicina Interna, donde hacen falta conocimientos profesionales y técnicos. 

¿Qué tipo de mejoras supondría se categoría sanitaria?
Supondría ser una autoridad pública en el ejercicio de nuestras funciones e implicaría la profesionalización del colectivo y mejoras laborales y retributivas. Ahora, salvo en Navarra, estamos considerados personal no sanitario. 

¿Considera que la figura del celador está infravalorada?
Sí hay gente que nos pone en valor y reconoce nuestra cualificación, pero sigue habiendo un porcentaje importante de la población para la que somos invisibles. Eso sí, hasta que ven como trabajamos y nuestras funciones, pero eso solo suele ocurrir cuando alguien ingresa en un hospital. Todavía falta un poco de reconocimiento. 

¿Y por parte de la Administración?
Más todavía. La prueba es que llevamos muchos años reclamando que nos reconozcan como categoría sanitaria y la petición sigue en ‘stand by’. 
Otra de las reclamaciones recientes del colectivo era la de que se no se contrataran PSX para las plazas  de celadores que se conservan en Primaria.

¿Esta sí se ha resuelto?
A día de hoy está arreglado. Otra cosa es lo que suceda en el futuro, porque las plazas de los celadores que se vayan jubilando en Primaria se amortizarán y pasarán a ser de PSX.

A día de hoy, ¿cuántos celadores están trabajando en el área?
No disponemos del dato completo, pero hay más profesionales sin plaza que con plaza. Aproximadamente, en Montecelo hay 160 fijos y en el Hospital Provincial unos 100. En cambio, en las listas de contratación del distrito sanitario de Pontevedra hay 1.096 celadores y en los picos de contratación, que suelen producirse en verano y Navidad, el máximo de contratos se     queda por debajo de los 400. En el distrito de O Salnés hay 180. 

¿La convocatoria del encierro es firme o cabe vuelta atrás?
Lo que hablamos en la reunión es que la concentración está condicionada a la predisposición del gerente a recibirnos de nuevo y a resolver las reclamaciones. En principio no hay previsión de una nueva reunión de aquí al día 23, pero no lo descartamos y, en todo caso, valoramos el talante de diálogo del nuevo gerente.

Además de ser portavoz de los celadores, acaba de anunciar que dio el salto de las filas del PP a Pontevedra Alternativa, y que en parte lo ha hecho por el descontento con la falta de éxito de la PNL de los celadores. 
Efectivamente. Uno de los motivos que me ha llevado a tomar esta decisión es que la PNL no saliera adelante. Ya había tomado la decisión hace tiempo, pero me gusta respetar los tiempos. 

¿Qué pretende conseguir desde este otro frente?
Mi objetivo es que Pontevedra Alternativa tenga representación en el Ayuntamiento de Pontevedra. Tenemos un proyecto sólido, en el que participa gente joven, emprendedora, formada y que no vive ni ha vivido de la política. Pontevedra necesita una regeneración y creo que nosotros podemos favorecerla. 

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